El sábado 23 de Enero de 2016 se celebró en el Teatro Lope de Vega de Sevilla la Gala de los Premios ASECÁN 2016, en la que se dio la curiosa circunstancia de que la película más premiada no tiene producción andaluza, aunque sí tiene temática, estética, localización y equipo técnico y artístico de nuestra tierra. Cosas veredes… Ello confirma la universalidad del cine, y el hecho evidente de que el origen de los dineros no tiene por qué condicionar el tema. Techo y comida, que es el filme del que estamos hablando, se llevó hasta cinco galardones, muy merecidos, pues se trata de una película necesaria, una película que pone en imágenes el drama de los (literalmente) desheredados de la fortuna, aquellos que en estos tiempos de crisis peor lo están pasando, y sobre los que el cine, dicho sea de paso, poco se ha preocupado. Por tanto, con independencia de su valor de denuncia, el filme de Juan Miguel del Castillo tiene también un valor histórico: cuando dentro de cien años los historiadores quieran saber qué pasaba en la España de mediados de los años diez del siglo XXI, las pocas películas que se han hecho como ésta darán una información que, de otra forma, sería inexistente.
Entre los premios de Techo y comida destacaríamos el de Mejor Dirección Novel para Del Castillo, pero sobre todo el de Mejor Actriz para Natalia de Molina, muy joven para el papel de madre de niño de ocho años, hándicap que ella resuelve a base de garra y emotividad, en un papel difícilmente olvidable.
Mi querida España, sobre la vida y la obra de Jesús Quintero, consiguió dos premios, a la Mejor Dirección, para Mercedes Moncada, y al mejor montaje, para Mercedes Cantero. Asesinos inocentes, el thriller de Gonzalo Bendala, se llevó tres premios menores, entre ellos uno para Pablo Cervantes por su banda sonora. El de interpretación masculina se lo llevaron, “ex aequo”, Pedro Casablanc y Manolo Solo, por B, la película sobre el caso Bárcenas. Otros filmes se llevaron algunos galardones también menores, desde el cantado de Vestuario para La luz con el tiempo dentro, el biopic de Antonio Gonzalo sobre Juan Ramón Jiménez. La vida en llamas se llevó el de Mejor Sonido para Jorge Marín, y Mi gran noche consiguió el de Mejor Maquillaje y/o Peluquería para Lola Gómez Castro y Paco Rodríguez Frías.
Curiosamente, la ganadora del Premio a la Mejor Película, A cambio de nada, del también actor Daniel Guzmán, sólo se llevó ese galardón.
Del resto de premios nos quedamos con el de Mejor Corto de Ficción para Víctor XX, que provocó uno de los momentos más intensos de la gala, con las palabras de su director Ian Garrido, que realizó una emotiva reivindicación sobre las personas transgénero, como es su caso.
La Mejor Película Extranjera fue Del revés, de Pixar, la Mejor Producción de Televisión fue para Las Sinsombrero, que reivindica el papel de la mujer en la Generación del 27. El galardón a la Mejor Labor de Difusión fue, “ex aequo”, para AulaDCine y Encuentros con Directores de Cine Español en Almería, y el de la Mejor Producción Audiovisual para Internet para Números. El Premio al Mejor Documental fue para Boliviana, y al Mejor Corto Documental para Garbanzos con azúcar. El Premio de la Industria que concede AEDAVA fue para el circuito de exhibición cinematográfica Unión Cine Ciudad, y el de Labor Informativa para Una de Cine, de Radio Televisión de Andalucía.
El Premio al Mejor Libro de cine fue de nuevo repartido “ex aequo” (esta fórmula ha sido utilizada este año con profusión), en este caso para “El cine olvidado de la Transición Española”, de María Jesús Ruiz Muñoz y “Generación CinExin”, de Mario de la Torre, en ambos casos con prólogo de nuestro colaborador el catedrático Rafael Utrera.
Por último, los Premios de Honor fueron para la directora cordobesa Josefina Molina, por toda su obra, y para Alcances, la Muestra Cinematográfica del Atlántico, el más longevo de los festivales andaluces, con cuarenta y siete ediciones a sus espaldas, y cuyas diez últimas se han especializado en el género del documental.
La gala, presentada como en años anteriores por Rafa Pontes y Marta Jiménez, estuvo bien organizada y sin errores, con buen ritmo, sólo inevitablemente roto por los habituales agradecimientos de los premiados, si bien hay que reconocer que varios de ellos dieron en la diana, como el mentado Ian Garrido y su reivindicación trans, o el director de Las sinsombrero y su apuesta por el papel de las mujeres en la sociedad.
Pie de foto: Foto de familia de los galardonados en los Premios ASECAN 2016.