Lanza rota

Edward Dmytryk, realizador de origen ucraniano, es un buen ejemplo de cómo la presión política puede hacer perder los papeles al más pintado. Dmytryk (y no "Dimytrik", como tantas veces se escribe erróneamente) fue uno de los más estimables cineastas sociales de los años cuarenta en USA, aportando en filmes como Los hijos de Hitler (1943), Venganza (1945) y Encrucijada de odios (1947), una mirada progresista a los problemas de una sociedad en guerra o recién salida de ella.

Pero su inclusión entre los famosos "Diez de Hollywood" (artistas del mundo del cine represaliados por el Comité de Actividades Antiamericanas que dirigía el senador McCarthy) le marca de por vida, hasta el punto de llegar a delatar a sus compañeros para poder volver a hacer cine en su país.

Lanza rota es una película de esta segunda etapa que, en contra de lo que sostiene la crítica instalada, sí tiene algunos títulos de interés: y es que el talento no tiene que ver con ser, o no, chivato... Se trata de un vigoroso wéstern en el que Dmytryk versionaba el clásico de Joseph L. Mankiewicz Odio entre hermanos (1949), que a su vez era una versión muy libre de El rey Lear, de Shakespeare.

Estamos, en efecto, ante una historia que enfrenta a un despótico padre con sus rebeldes hijos, y que preludiaba ya el conflicto generacional de los años cincuenta entre la juventud de la postguerra y los participantes en el conflicto bélico. Gran reparto: Spencer Tracy, por supuesto, pero también actores ya consolidados como Richard Widmark y Katy Jurado, y el entonces emergente Robert Wagner.

(04-01-2004)