CINE EN SALAS
[Con motivo del vigésimo aniversario del estreno de esta película, se repone ahora de nuevo con todos los honores, por lo que recuperamos su crítica, debidamente -como se decía antiguamente- corregida y aumentada]
A principios del siglo XXI el cine de Extremo Oriente daba muestras ya de una pujanza poco común. Fue el tiempo en el que desde Corea del Sur nos llegó este percutante thriller, una historia que no da respiro alguno, que se inicia con un suicida a punto de tirarse de un edificio y, dos horas más tarde, culmina en una escena deslumbrante, también en un rascacielos, un “tour de force” impresionante que en otras manos que en las de este entonces desconocido (en Occidente, porque en su tierra sí que lo era ya) Park Chan-wook, probablemente habría caído en el más absoluto de los ridículos.
He aquí la historia de una doble venganza: la de un hombre recluido durante quince años de su vida en una cárcel clandestina, en una sociedad, la nuestra, en la que, si hay alguien dispuesto a pagar, habrá alguien decidido a actuar. Cuando consigue escapar de ese encierro atroz, ...
leer más
ESTRENO EN MOVISTAR+
Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 1981) es una de las más interesantes presencias surgidas en el audiovisual español en las últimas décadas. Sus películas han ido concitando un creciente interés: Que Dios nos perdone, El reino, Madre, As bestas..., al igual que sus series: Frágiles, Antidisturbios, Apagón... Por eso su nuevo proyecto como creador, esta ambiciosa miniserie de 10 capítulos, Los años nuevos, se esperaba con gran expectación. El resultado, desde el punto de vista externo a quien esto escribe, parece ser muy favorable: general consenso crítico positivo por parte de los mass media y altas calificaciones del público en las páginas de referencia (IMDb: 8,1; FilmAffinity: 7,8). Para la ocasión se ha rodeado de dos guionistas, Paula Fabra y Sara Cano, de currículos todavía escasos, quizá por aportar también la visión femenina a una historia en la que ese punto de vista era, obviamente, fundamental. Fabra y Cano aparecen, por tanto, como co-creadoras, en pie de igualdad con Sorogoyen, aunque nos parece que el que ha cortado el bacalao es mayormente el cineasta madrileño...
Lo diremos pronto: a nosotros no nos ha convencido; o al menos no nos ha convencido tanto como esperábamos y preveíamos, a la vista de los tan interesantes títulos ya citados que ya nos había dado Sorogoyen como director de films y series. Lo intentaremos explicar a lo largo de esta reseña.
La serie consta de 10 capítulos, cada uno de los cuales se ambienta en ese período peculiar que va desde el último día del año, con su Nochevieja, y el primero del año siguiente, el conocido generalmente como Año Nuevo, que es el que da título genérico al audiovisual. Esos Años Nuevos serán, en este caso, los que van desde 2016 a 2025. En el primero de ellos conocemos a Óscar, médico internista en Madrid, en lo que parece una riña de pareja en los servicios de una discoteca o bar de copas. Por otro lado, en el mismo lugar, conocemos a Ana, que atiende en la barra; los dos tienen o están a punto de cumplir 30 años, con un día de diferencia entre ellos, aunque no lo saben, porque no se conocen. Cuando lo hagan, habrá un clic entre ambos, y a lo largo de la noche veremos cómo se va produciendo un acercamiento que culminará, ya en el piso del chico, con un intenso polvazo...
El problema ...
leer más
Ha muerto David Lynch, el director inclasificable, el admirador de Kubrick, Kafka, Kokoschka, Polanski (quizá tantas “kas” en esos apellidos ya preanunciaba su extraña obra...), entre otras influencias artísticas. Ha muerto como consecuencia de un enfisema pulmonar que le mantenía atado a una botella de oxígeno desde hacía años; como el mismo dijo, “fumar da placer, pero tiene un precio, y ese precio lo estoy pagando ahora”.
Su obra fue compleja y diversa, a la vez que mantuvo una admirable unidad de estilo de temas. También se fue complejizando con el tiempo, aunque empezó fuerte, muy fuerte, en una época, los años setenta, en la que rarezas como su primer film comercial (hecho con cuatro perras gordas, y a lo largo de varios años, con contribuciones de amigos y familiares), Cabeza borradora (1977), ya anunciaba a quien quisiera verlo que aquel chico de apenas treinta años venía con fuerza, y con una capacidad notable para provocar, para espantar, también, a ratos, para extasiar, con universos diferentes, con mundos que evocaban la mejor tradición del “grotesque” pasado por un filtro pictórico que podía incluir a Dalí, a El Bosco, a Goya, como también a su admirado Kokochska.
Con El hombre elefante (1980) dio un salto cualitativo importante, quizá no tanto en calidad (que también) como en inteligibilidad, biografiando la verdadera historia de John Merrick, el hombre elefante del título, un hombre aquejado desde su nacimiento en la Inglaterra victoriana del siglo XIX de una extraña enfermedad que le hizo vivir toda su vida en un cuerpo monstruosamente deforme, que producía aversión, pero cuyo corazón noble y generoso propiciaba en las almas puras, sin pretenderlo, ...
leer más