Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS


Disponible en Filmin y Apple TV.

Samuel Wilder, conocido luego como Billy Wilder por amigos y admiradores, nació en 1906 en un pueblo del todavía Imperio Austrohúngaro, Sucha Beskidzka, en el distrito de Galitzia, y ahora al sur de la actual Polonia. Era de origen judío, y su infancia y juventud fue itinerante, pasando por Viena, por Berlín, con su hermano mayor William Lee, metido en ambientes cinematográficos y periodísticos. Esta primera etapa del joven Billy se cierra cuando Adolf Hitler llega al poder, y por los orígenes judíos de su familia acaba por abandonar Europa y, tras pasar por Paris, en 1934, se marcha, con el actor Peter Lorre, a los Estados Unidos.

Y aquí empieza la otra historia del Wilder que todos conocemos, con 26 largometrajes en los que muchas veces intervino también en el guión, y saltando con pericia y habilidad de un género a otro, con cintas tan valoradas (y conocidas) como Perdición, El crepúsculo de los dioses, El gran carnaval, Testigo de cargo, Irma la dulce... por no seguir y no cansar a quienes leen esta reseña. Apreciado por el público, fue enseguida también favorito para estudiosos, trabajos sobre su cine, críticas, entrevistas, etc... al margen de los muchos galardones que fue coleccionando a lo largo de su filmografía. Hay también un apreciable número de libros escritos por especialistas, como Ed Sikov, Hellmuth Karasek, Cameron Crowe, o aquí en nuestro país por el crítico Juan Carlos Rentero.

Todos estos trabajos y libros tienen muchos puntos comunes, pero acaso el más llamativo es la coincidencia de una gran mayoría en considerar a la película El apartamento como la más valiosa y sobresaliente, como la ópera magna de todo su historial. Rodada entre la precedente Con faldas y a lo loco y la siguiente Uno, dos, tres (ambas con una orientación más claramente cómica), ésta aporta un enfoque humanista y multiforme, que lo mismo la hace conmovedora que triste, alegre y pesimista, seria y comercial, sencilla y complicada en lo argumental, con la historia de esta pareja insignificante, estas dos humildes hormigas perdidas en el laberinto enorme de un Nueva York que ya rondaba los nueve millones cuando se rueda el film. Y ellos son Fran (una veinteañera Shirley MacLaine) y "Bud" Baxter (un caleidoscópico Jack Lemmon, el actor que más repitió con Wilder). Ambos trabajan en el rascacielos de una aseguradora, ella como simpática ascensorista, él como uno de los centenares de oficinistas, enclaustrado en su mesa, y que lleva las de perder tantas veces...

Ennoblecida con el maravilloso tema musical de Adolph Deutsch, la narración -sin embargo- se centra en la parte oscura, morbosa y traicionera de la gran empresa, con cuatro jefes que humillan al inocente Baxter para que les ceda por turno su apartamento y usarlo en sus relaciones extramatrimoniales. El gran jefe -y gran embaucador-, Jeff Sheldrake (veterano y excelente Fred MacMurray) va más allá y engañando a  la inocente Fran (con la falsa idea de que va a divorciarse de su esposa), la lleva también al piso de Baxter (cuando ellos habían quedado para ir al teatro) mientras éste la espera bajo la lluvia, en una sobrecogedora escena. Así, la historia va progresando, entre la comicidad (Lemmon usando una raqueta como utensilio culinario) o las complicaciones del pobre oficinista con sus vecinos, que lo consideran un mujeriego vicioso y empedernido,  que cada noche cambia de amante.

Tras un intento de suicidio, cuando ella descubre casualmente el engaño de Sheldrake (y salvada gracias a la intervención providencial de un vecino médico), el clima culmina en la época navideña, concretamente el día de Nochevieja, al pedirle Sheldrake a Bud -una vez más- la llave en cuestión y provocando al fin la valiente negativa de éste. Jugando con lo que hemos visto, pero buscando también la sorpresa, el muy hábil guión de Wilder y su tantas veces colaborador I.A.L. Diamond cierra la función con un final aparentemente feliz, pero que no borra el regusto amargo que tantos giros sórdidos y personajes indeseables (que abusan de su poder laboral en la empresa), nos han ido dejando a lo largo de toda la película.

Para colmo de bienes, la cinta fue increíblemente barata (sobre los tres millones de dólares), y su mercado en USA ya le dio casi 25 en recaudación. En cuanto a Wilder, personalmente, se llevó tres Oscars: como productor, como director y como guionista (con Diamond), junto a otros dos de la cinta en fotografía en blanco y negro, y en el montaje. Sorprendente resultan, eso sí, las declaraciones (entre ellas, del propio director) de que la cinta tiene como modelo e inspiración la obra de Noël Coward Breve encuentro (y luego film de David Lean en sus principios, en 1945), cinta intimista, amarga, pero también maravillosa, pero en la que nos es difícil encontrar la dimensión social, o el estudio de las relaciones entre tantos personajes, o la vena humorística, o el retrato empresarial como sí lo hace -con gran agudeza- la cinta de Wilder que estamos comentando.

Se ha dicho con frecuencia por parte de biógrafos, críticos o seguidores del director que ésta El apartamento supuso el momento cumbre en la carrera de su creador, en 1960,  y que a partir de ella realizó grandes films, siempre con su agudeza, humor e inteligencia, como Irma la dulce, Bésame, tonto, La vida privada de Sherlock Holmes (original y transversal acercamiento al famoso detective de Conan Doyle) o Primera plana, o la muy distinta Fedora, casi cerrando su carrera. Pero en ningún caso nadie pensó que alguna de ellas destronaría a ese microcosmos neoyorkino, centrado en un  rascacielos que cobija a gente tan buena y valiosa, como también abusones e indeseables. Por eso nuestra cinta de hoy atrapa al espectador y lo emociona como ninguna otra de su autor, ayudado también por el gran trabajo actoral  del elenco.

Samuel "Billy" Wilder murió en su patria chica, Hollywood, en marzo del 2002, a los noventa y cinco años de edad. Y su obra comentada hoy, El apartamento, figura en el número tres en la lista de las mejores películas románticas de la historia del cine, sólo superada por Amanecer,  de Friedrich W. Murnau, en el dos, y en el número uno por Luces de la ciudad, de Charles Chaplin.


(20-10-2024)


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125'

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El apartamento - by , Oct 20, 2024
5 / 5 stars
En la cumbre