Pelicula:

CINE EN SALAS

La figura del especialista, o doble de acción, o “stuntman” (o “stuntwoman”, lógicamente), no es precisamente de las más apreciadas ni por el público (que ve sus batacazos pero no tiene ni idea de quién se los pega, creyendo con frecuencia que es el propio actor o actriz protagonista) ni por la crítica, ni siquiera por la propia industria: de hecho en esta película, en un momento dado, se dice que no existe un Oscar para los especialistas. Es, o nos lo parece, una figura a reivindicar, cuando prácticamente todas las demás disciplinas cinematográficas tienen, con toda justicia, su reconocimiento público.

Pues en torno a esa figura del “stunt” gira esta divertida y entretenida El especialista; no es, desde luego, el primer audiovisual que se centra en el mundo de los dobles de acción; a vuela pluma podríamos recordar, por ejemplo, Profesión: el especialista (1980), un apañado producto, entre la comedia y la acción, con Richard Rush a los mandos y un Peter O’Toole ya en decadencia; o el homónimo El especialista (1994), horrible producto a mayor gloria del hipertrofiado Stallone. Pero el modelo de este otro El especialista en realidad es una serie televisiva de los años ochenta, The fall guy (1981-1986), protagonizada por Lee Majors y creada por Glen A. Larson, creador de míticas sagas como McCloud, Galáctica o El coche fantástico. Esta El especialista, de hecho, es un remake libérrimo para pantalla grande de aquella ciertamente modesta serie, que llegó a tener 112 capítulos y gozó de gran popularidad en su país, aunque, según nuestros datos, no se llegó a emitir en las televisiones de España.

La historia se inicia durante un rodaje. Colt Seavers es el doble de acción de la estrella Tom Ryder, pero sufre un accidente que casi lo mata. Deprimido por lo que él cree un fallo suyo, y sumido en un proceso depresivo de baja autoestima, Colt se retira del cine y abandona también a su pareja, la directora de fotografía Jody Moreno. Un año y medio más tarde sobrevive como aparcacoches de una sala de fiesta cuando recibe una llamada de la productora Gail Meyer, quien le dice que Jody, que va a dirigir su primera película, Metalstorm, le ha reclamado a él como especialista de acción para ese su debut en la realización. Inicialmente reacio, finalmente Colt accede y marcha a Sydney, en Australia, para incorporarse al rodaje, pero resulta ser incierto que Jody le hubiera reclamado; al contrario, ella tiene un fuerte resquemor contra él por la forma en la que desapareció de su vida sin darle opción, así que ahora, como nueva jefa de su ex, se dedicará inicialmente a hacerle putaditas en las escenas de acción que él dobla. Paralelamente Colt se verá inmerso en una extraña trama relacionada con la estrella Tom Ryder, que también protagoniza esta nueva película...

Parece evidente que El especialista es, sobre todo, toda una reivindicación de la figura del “stunt” o doble de acción, poniendo en valor (como dicen los politicastros...) su trabajo, un trabajo siempre anónimo que, aunque en los últimos tiempos se ha reducido por la utilización masiva de los efectos digitales, sigue siendo indispensable para cualquier película, incluso aquellas que no tienen en su trama escenas ni siquiera mínimamente arriesgadas. Pero El especialista es también una agradable comedia romántica, con dos protagonistas con excelente química entre ellos, Ryan Gosling y Emily Blunt, cuyas escenas en las que comparten pantalla quizá sean de lo mejor de esta sin duda simpática película, aunque es evidente que el guion es manifiestamente mejorable, con esta conspiración para echarle el muerto (literalmente...) al protagonista que resulta bastante marciana. Algunos han hablado de que El especialista era heredera directa de la “screwball” o comedia alocada del cine clásico de Hollywood, y nos parece que se han pasado tres pueblos... Porque, evidentemente, cualquier parecido con este por lo demás tan agradecido film con obras maestras como Historias de Filadelfia, La costilla de Adán, Bola de fuego o La fiera de mi niña es, mayormente, pura coincidencia.

Y que conste que David Leitch tiene algunas buenas ideas cinematográficas, como la escena en la que los protas hablan por teléfono para consultarle ella la opción de rodar su película en “pantalla dividida” (ya saben, dos imágenes en dos escenarios distintos compartiendo pantalla, cortada a –más o menos- la mitad ), mientras que el director nos los pone a los dos, efectivamente, en pantalla partida, jugueteando con ambos, con sus diálogos y sus indirectas de enamorados más o menos enfurruñados. Leitch procede (era de cajón...) del mundo de los especialistas; de hecho, como “stunt” o coordinador de dobles de acción su nombre ha aparecido nada menos que en 81 audiovisuales entre 1995 y 2015 (fuente: IMDb), pasándose después progresivamente a la producción y a la dirección; en este último apartado tiene algunos títulos de cierta relevancia, como la desvergonzada Deadpool 2 (2018), y sobre todo, Bullet Train (2022), vistoso juguete entre la comedia negra y la acción más trepidante, todo en el escenario más bien angosto de un tren.

Con El especialista nos parece que Leitch consigue un producto apañado, agradable de ver, que evidentemente no tiene vocación de nada más que hacer pasar un buen rato al público y, desde luego, reivindicar la figura del “stunt”, el último mono del set cinematográfico, pero sin el que, desde luego, hubiera sido imposible hacer muchas de las películas que han hecho historia en el cine. Lástima que el guion de Drew Pearce no haya estado más entonado, porque se podría haber conseguido una película de mayor fuste; aun así, es evidente su tono de liviano juguete, de divertido artefacto que pone todo el énfasis en la acción y en la comedia romántica, en una mezcla de géneros que podría suponerse un tanto antitética pero que, a la vista está, no es tal.

Eso sí, la secuencia final se hace demasiado larga: Leitch debería aprender que, también en el cine de acción, la medida ha de ser la correcta, ni más ni menos, y si se alarga demasiado ello va en contra de la propia película, cansando al espectador con una sucesión de escenas que parece no van a terminar nunca, apostando por un más difícil todavía que tiene más de circense que de cinematográfico.

Por supuesto, buena parte del mérito de la película está en los dos protagonistas, Ryan Gosling y Emily Blunt, guapos, buenos intérpretes y con evidente química entre los dos, cuyo trabajo y buen entendimiento son fundamentales en el positivo resultado del film. Curiosamente, en una escena concreta, esta parejita de tórtolos que lo han sido, han dejado de serlo, y se mueren de ganas (aunque lo disimulen...) por volver a estar juntos, hablan de “beicon jugosito” como el toque de metafórico sabor que hace más atractiva una película; pues, nos parece que ellos, Gosling y Blunt, son precisamente el “beicon jugosito” de esta El especialista; con otros protagonistas, nos parece, el resultado final hubiera desmerecido.

Entre los secundarios, con un papel ciertamente desagradable, enojoso y como para darle una patada en el trasero (a su personaje, se entiende, no a él, que lo hace estupendamente), aparece Aaron Taylor-Johnson, quien, en las fechas en las que se escriben estas líneas, sigue siendo el mejor colocado en la parrilla de salida para hacerse con el goloso papel de James Bond tras la salida de la serie de Daniel Craig. Y sin estar siquiera acreditado, quizá porque figura solo precisamente en las escenas de los títulos de crédito, aparece Jason Momoa, el famoso Khal Drogo de Juego de tronos y protagonista del Aquaman de DC Comics.

(01-05-2024)


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126'

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El especialista (2024) - by , May 01, 2024
2 / 5 stars
Beicon jugosito