Enrique Colmena

Como todos los años desde 2018-2019, por sexta vez traemos a Criticalia el repaso sobre lo que ha dado de sí el audiovisual mundial sobre el cine de temática LGTBIQA+ (me parece que no me he dejado ninguna letra…). Ya es casi una tradición que en este 28 de junio de cada año, oficialmente considerado como el Día Internacional del Orgullo LGTBI, echemos la vista atrás para ver cómo ha tratado el cine esta temática.

Si atendemos a los subtemas dentro del audiovisual que trata fundamentalmente la temática, se podría decir que hay cuatro líneas esenciales, a saber: la Normalidad (es decir, el hecho homosexual plenamente integrado en la sociedad y con los mismos derechos -y deberes, por supuesto- que las personas de tendencia hetero), la Reivindicación (generalmente en países donde formar parte de la comunidad LGTBI sigue siendo problemático, países habitualmente del llamado Tercer Mundo, pero también algunos del Primero, que parecen ir para atrás, como los cangrejos…), la Homofobia (ese execrable ¿sentimiento? que sostiene que unas personas son mejores que otras por su forma de amar) y el Romanticismo (una temática relativamente nueva, que está ligada a la citada Normalidad, y que plantea historias amorosas entre personas del mismo sexo a la manera en la que antes se establecían solo entre hombres y mujeres).

Parece evidente que la temática sobre la que comentamos está de moda; para que nos hagamos una idea, en la web FilmAffinity aparecen con el “topic” o palabra clave “homosexualidad” un total de 190 títulos producidos durante 2023, y en lo que va de 2024 la cifra se eleva a 68 títulos. Para que nos hagamos una idea, las pelis censadas con ese “topic” en 1992 eran solo 25, con lo que en treinta años se han multiplicado por más de seis. Con tal volumen de títulos, por supuesto, hemos tenido que hacer una selección, priorizando a los films estrenados en salas durante estos últimos doce meses (de junio 2023 a junio 2024), y secundariamente también a los estrenados en ese mismo período en plataformas, esa otra manera de ver cine que, es evidente, ha venido para quedarse.

Otra de las circunstancias aparentes que veremos en este repaso es que, supuestamente, las cinematografías exóticas (entendámonos: la Asia que no es Japón, Taiwán o Corea del Sur, que son las más occidentalizadas del continente; Hispanoamérica en toda su extensión, desde México hasta Argentina; toda África, prácticamente sin excepción) apenas si han tocado en estos doce meses la temática LGTBI, y ello aparentará ser así porque, como verá el lector, solo incluimos, entre los títulos revisados aquí, dos de esa procedencia (y en el siguiente capitulo, además, no en este…). Pero al final veremos que, en realidad, eso es un espejismo. Pero eso será más tarde…


España

Como otros años, este también vamos a hacer nuestro repaso por ámbitos geográficos y sociales. Así, ya que “semos europeos” (gracias, Boadella), empezaremos por Europa, y dentro del Viejo Continente, por España, nuestra España. En nuestro país encontramos durante estos doce meses dos títulos relevantes (hay más, pero no han gozado de estreno comercial, ya en salas, ya en plataformas). El primero sería Te estoy amando locamente, vibrante crónica de lo que hemos dado en llamar el “Stonewall andaluz”, el momento en el que, allá por 1977, en plena efervescencia política, gais y lesbianas salieron a las calles reivindicando que ellos y ellas también formaban parte de esa sociedad que quería el cambio, y no solo el cambio político, sino también el social, el sentimental, el sexual. Dirigida por un Alejandro Marín que se ha doctorado “cum laude” con esta estupenda y tan entregada película, el film brilla especialmente siempre que está en pantalla esa actriz a la que habría que hacer un monumento (o dos…), la canaria de formación andaluza Ana Wagener, que hace un trabajo excepcional como la madre ambientalmente homófoba (como toda la sociedad de la época, por supuesto), que sabrá evolucionar hacia el respeto a las otras formas de vivir a partir de la asunción de la homosexualidad de su hijo (Film disponible en Movistar+ y otras plataformas).

Las buenas compañías es el otro título de nacionalidad española que vamos a reseñar. Con dirección de la actriz catalana Silvia Munt (la inolvidable Colometa de la clásica serie de TVE La plaza del diamante), que tiene ya una también muy apreciable carrera como directora, aquí en un relato también de época, ambientado en el País Vasco de 1976, con una adolescente rebelde (perdón por el pleonasmo…) que lucha denodadamente por las libertades civiles en aquellos tiempos de cambio, pero que también, en ese contexto, conocerá a una chica algo mayor que ella por la que desarrolla un sentimiento especial… Con un reparto de actores poco conocido (salvo la Itziar Ituño de La casa de papel), la película ha sido bien acogida, con críticas positivas y varios premios en certámenes, como Málaga y Barcelona (Film disponible en Movistar+).


El tercer film español a comentar es un a modo de biopic, Disco, Ibiza, Locomía, la historia de este peculiarísimo grupo de música que durante unos años de finales del pasado siglo, de 1989 a 1993, lo petó en el panorama musical popular español, en un film del barcelonés Kike Maíllo que cuenta la intrahistoria del grupo, la gallina de los huevos de oro que se fue al traste por el suicida choque de trenes que mantuvieron el líder del grupo, Xavi Font, y el productor de la banda, José Luis Gil (nada que ver con el actor de Aquí no hay quien viva). Era un secreto a voces que los componentes de Locomía eran gais, aunque Gil y su entramado de producción procuraron siempre mantener una cierta ambigüedad calculada para no ahuyentar al público femenino; el film, entre otras cuestiones, plantea también esta falta de libertad con la que tuvieron que lidiar los miembros del grupo con respecto a su orientación sexual.


 


Resto de Europa

Las pelis de temática homo (por abreviar) que se han podido ver en cines o plataformas en estos 12 últimos meses, venidas de más allá de los Pirineos, han sido bastante abundantes en número, y también bastante diversas en temas, como veremos.

Así, desde Reino Unido nos han llegado un par de muestras de cine con temática LGTBI: la primera que comentamos es una de las grandes películas del año, la sensible, sutilísima Desconocidos, film dirigido por Andrew Haigh que propone un viaje en el tiempo que es, mayormente, un viaje interior, el de un hombre alrededor de los cuarenta, que tendrá la ocasión de reencontrarse con sus padres fallecidos tres décadas atrás, y de hacer las paces con ellos, redivivos en su magín para que lo puedan aceptar como el hombre gay que es, a la par que vivirá una extraña historia de amor con un “desconocido”, como dice el título, con un final antológico, de los que dejan con la boca abierta, y con una extraordinaria interpretación del cuarteto protagonista: Andrew Scott, Paul Mescal, Claire Foy y Jamie Bell (Film disponible en Disney+).

También desde la Pérfida Albión nos llegó, en una clave muy distinta, Femme, film dirigido por Sam H. Freeman y Ng Choon Ping (no, no falta ninguna vocal, el nombre del segundo de ellos es así…), hecha en clave de thriller de venganza, cuando un chico transformista es brutalmente agredido por un tipo homófobo que destruye cuanto era; cuando tiempo después se lo encuentre en una sauna gay, el joven ultrajado urdirá un plan para vengarse del tipo que lo destruyó psicológicamente. Con interpretaciones muy alabadas de los protas, Nathan Stewart-Jarrett y George MacKey, utiliza la homofobia y su denuncia como motor de esta intrigante trama, con buenas críticas en general y varios premios en los British Independent Film Awards (Disponible en Movistar+).

Desde Italia nos han llegado tres muestras de cine con temática LGTBI. Uno de ellos se basa en hechos reales, un espantoso crimen que quedó sin resolver, el conocido como “Crimen de Garre”, ocurrido en Sicilia en 1982, cuando el país sueña con ganar el Campeonato del Mundo (que se celebraba en España, por cierto, con Naranjito de mascota…), y dos jóvenes, ambos chicos, se enamoran y viven su amor sin esconderlo, lo que desatará la furia homófoba de una población para lo que aquello era una abominación. Ese crimen real, ese “true crimen”, como se conoce a este tipo de subgénero dentro del thriller, ha sido llevado a la pantalla por Beppe Fiorello con el título Fuegos artificiales, en una percutante denuncia sobre el odio a lo homo que ha contado con buenas críticas e incluso ha sido nominado a varios premios David de Donatello, los Goyas italianos (film disponible en Movistar+).

Otro de los films que nos llegan desde más allá de los Apeninos está dirigido por un viejo conocido, el turco (afincado en Italia desde hace décadas) Ferzan Oztepek, que fue uno de los primeros cultivadores del cine de temática homo con aquella ya casi antediluviana Hamam, el baño turco (1997). Ahora nos presenta Nuovo Olimpo, en el que se nos cuenta la historia de amor de dos jóvenes, separados por las circunstancias, y cómo a pesar de los años que van transcurriendo no pierden la esperanza del reencuentro (film disponible en Netflix).

El tercer film itálico con esta temática ha sido La bella estate (literalmente sería “el hermoso verano”), con dirección de Laura Luchetti, también una película de época, en concreto ambientada en 1938, basada en la novela original del clásico Cesare Pavese, en la que se plantea la vida de una joven de 16 años en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, y su relación con un pintor que la toma como modelo, pero también con una mujer con la que mantendrá una relación “especial”, en una época en la que este tipo de sentimientos eran impensables… La película se ha estrenado recientemente y está en la cartelera de cines de España.

Francia, siempre tan liberal, aporta este año sin embargo solo un título de temática “queer”, concretamente Passages, aunque curiosamente su director es norteamericano, Ira Sachs (del que recordamos su estupenda Keep the lights on), y sus protagonistas masculinos son uno británico, Ben Whishaw, y el otro alemán, Franz Rugowski; menos mal que la tercera protagonista, Adèle Exarchopoulos, sí es francesa (de obvios ancestros griegos, eso sí…). La historia plantea un triángulo ciertamente peculiar, en el que un encuentro sexual con una mujer de uno de los miembros de un matrimonio gay pondrá las bases para una extraña y complicada relación entre los tres, en la que los celos, pero también el amor y el sexo, tejerán una tupida telaraña de sentimientos encontrados (Film disponible en Movistar+).

Desde Bélgica nos llega El paraíso, con dirección de Zeno Graton, una historia ambientada en el conflictivo ambiente de un correccional de menores, donde conoceremos al protagonista, que está a punto de salir de la institución. Pero cuando llega un chico del que se enamora, esa perspectiva deja de tener interés, en una película que, evidentemente, habla de la periferia del sistema, donde gente marginada por el “establishment” pide también su lugar bajo el sol, en un film que es tanto una denuncia sobre las cloacas del Primer Mundo como una reivindicación de la diversidad sexual (Disponible en Filmin).

De un país en principio tan poco dado (o eso nos parece…) a este tipo de liberalidades como supone el cine de temática LGTBI, Bulgaria, nos llega una película dirigida por un cineasta de aquel país, Venci Kostov, de título Liuben, si bien habrá que decir pronto que es coproducción con España y que lo que se nos cuenta es la historia de un joven búlgaro asentado en nuestro país que vuelve al suyo por vacaciones, y allí se enamora de un joven gitano, con lo cual tendremos doble problema, el amor homosexual e interracial, en un pueblo atrasado y de ideas muy tradicionales.

Por último, de la avanzada Noruega nos llega un film titulado Norwegian dream (lógicamente, “sueño noruego”), que plantea también un tema relacionado con distintas culturas. Con dirección del polaco Leiv Igor Devold (la película es coproducción de Noruega y Polonia), se plantea la historia de un chico inmigrante polaco en el país escandinavo, empleado en una fábrica de pescado, que se siente atraído por un compañero de trabajo, pero no se atreve a salir del armario ante la perspectiva de perder su empleo, en un ambiente de trabajo muy conservador y machista, en una historia que combina lucha laboral y liberación sexual. Film recientemente estrenado, actualmente está en la cartelera española.

Ilustración: Ana Wagener, en primer plano, y Omar Banana y Jesús Carroza, al fondo, en una imagen de Te estoy amando locamente (2023), de Alejandro Marín.

Próximo capítulo: Tomando el pulso al cine de temática LGTBI (2023-2024): Estados Unidos y Asia (y II)