Enrique Colmena

Movistar+ ofrece desde el 26 de septiembre hasta el 13 de octubre de este 2024 un interesante ciclo sobre el gran Alfred Hitchcock, con motivo del 125 aniversario de su nacimiento (ocurrido en el último año del siglo XIX, en 1899). El ciclo consta de un total de 29 largometrajes dirigidos por el recurrentemente llamado Mago del Suspense, todos ellos en el canal temporal dedicado al cineasta británico, más otros 4 que figuran en el canal propio de TCM, también disponible en el operador propiedad de Telefónica de España. A esa oferta se le añade, en el propio canal específico de Hitchcock, tres documentales sobre su figura o su obra ciertamente también muy atractivos.


Etapa del cine mudo

En el ciclo de Movistar+ se incluye un único film mudo de Hithcock, concretamente El ring (1927), un melodrama romántico inmerso en el mundo del boxeo; aunque podría considerarse una muy escasa representación de la obra del cineasta londinense del período silente, debe entenderse que, dado que la plataforma, evidentemente, está dirigida al gran público, se puede calificar hasta de osadía que se haya incluido al menos un título de ese tiempo cinematográfico que hoy día es (reconozcámoslo...) veneno para la audiencia, en el sentido de que solo una minoría muy, muy minoritaria está dispuesto a ver pelis mudas. Así que, poca cosa de esa etapa, pero hay que entenderlo como una valentía. También habrá que decir que las películas hitchcockianas del período mudo eran todavía bastante endebles, nada que ver con las que sir Alfred haría ya en el período sonoro y, sobre todo, cuando se instaló ya en Hollywood.


Etapa británica

Ocho son los títulos que emite Movistar+ del Hitchcock de la etapa inglesa sonora, que va desde 1929 a 1940. Esos títulos son, por orden cronológico:

--La muchacha de Londres (1929)
--El hombre de la isla de Man (1929)
--Asesinato (1930)
--El hombre que sabía demasiado (versión de 1934).
--39 escalones (1935)
--La mujer solitaria (1936)
--Inocencia y juventud (1937)
--Alarma en el expreso (1938)

En esta etapa quizá los títulos de mayor interés, o al menos los más conocidos, sean tres: El hombre que sabía demasiado, 39 escalones y Alarma en el expreso. Curiosamente, las tres fueron muestras de un cierto tipo de cine, el cine de espionaje de (más o menos) altos vuelos, con secuestros, asesinatos, enfrentamientos a tiros... pero también con algunas de las que después serían características de la gran etapa hitchcockiana, que sin duda fue la que tuvo lugar a partir de su traslado a Hollywood; esas características, por supuesto, serán su fino sentido del humor, muy británico, muy irónico, a veces también con muy mala uva, y, desde luego, su sentido del suspense, que aquí estaba todavía fraguándose, pero que ya era evidente, como en la escena de Alarma en el expreso en la que el villano ha (supuestamente) envenenado las copas de los protagonistas, y está a la espera de que se las tomen... pero, claro, no se las terminan de tomar... Por supuesto, es muy peculiar el hecho de que uno de estos films, el humilde El hombre que sabía demasiado (1934), filmado en blanco y negro y con actores hoy desconocidos (salvo el gran Peter Lorre, claro...), fuera objeto de un remake por el propio Hitch, con igual título, rodado en 1956, ya en color y con una producción mucho más costeada, contando con las estrellas James Stewart y Doris Day al frente del reparto, y con un resultado bastante mejor, por cierto, en términos puramente cinematográficos.

De este período quizá se echen en falta en la muestra que ofrece Movistar+ algunos títulos, como El agente secreto (1936), que participaba, por supuesto, de la temática del espionaje que era tan habitual en ese tiempo en Hitch, y Posada Jamaica (1939), su último film en Reino Unido (hasta que, décadas más tarde, volviera allí para hacer Frenesí).


Etapa norteamericana (años cuarenta)

De la década de los cuarenta, la primera de la etapa hitchcockiana en Hollywood, Movistar+ ofrece en su ciclo los siguientes títulos:

--Rebeca (1940)
--Enviado especial (1940)
--Matrimonio original (1941)
--Sospecha (1941)
--Sabotaje (1942)
--La sombra de una duda (1943)
--Náufragos (1944)
--Encadenados (1946) (en TCM)
--La soga (1948)
--Pánico en la escena (1950) (en TCM)

En esta década Hitch fue afianzándose como el director que después hemos (re)conocido y admirado, el maestro de las escenas de intriga y tensión, siempre milimétricamente planificadas para no pasarse en el suspense; durante estos años es cierto que todavía hizo algunos títulos vinculados al tema del espionaje, como Enviado especial o Sabotaje, pero ya fue abriendo el campo temáticamente a otros asuntos, como el melodrama romántico de corte gótico en Rebeca, o los thrillers sobre posibles lobos con piel de cordero, como Sospecha o La Sombra de una duda, pero también audaces “tour de force” fílmicos como rodar toda una película en una barcaza de salvamento, lo que ocurría en Náufragos, o filmar un (falso) plano secuencia que durara todo el metraje del film, caso de La soga.

Esa ampliación temática sin duda influyó en que el cineasta se moviera con mayor libertad y desarrollara sus capacidades, convirtiéndose en una referencia mundial en el cine de intriga, pero no solo de intriga. Véase que incluso volvió al terreno de la comedia (que ya había cultivado brevemente en su etapa muda y también en la sonora en Inglaterra) en Matrimonio original, de la que por cierto se hizo un remake en 2005 que en España se tituló traduciendo literalmente el original, Sr. y Sra. Smith, con Doug Liman a los mandos, una historia muy alejada del film de Hitchcock, y una curiosidad de la prensa del corazón: allí es donde se conocieron (y emparejaron) Brad Pitt y Angelina Jolie.

De esta década Movistar+ no ofrecerá algunos títulos de interés en la carrera hitchcockiana (llegados a este punto, prácticamente todos tienen interés...). Es el caso de Recuerda (1945), El proceso Paradine (1947) y Atormentada (1949).


El esplendor de la etapa norteamericana (años cincuenta y primer lustro de los sesenta)

Podemos convenir en que los mejores años de Hitchcock como director fueron los de la década de los años cincuenta y primeros sesenta, tiempo en el que realizó una inusitada cantidad de películas magistrales, o muy buenas, o por lo menos buenas, la mayor parte de ellas, además, títulos míticos, referentes en el cine que han creado amplia escuela.

Los títulos de esa etapa que ofrece Movistar+ son:

--Yo confieso (1953) (en TCM)
--Crimen perfecto (1954)
--La ventana indiscreta (1954)
--Pero, ¿quién mató a Harry? (1955)
--El hombre que sabía demasiado (1956)
--Falso culpable (1956) (en TCM)
--Vértigo (De entre los muertos en su estreno en España) (1958)
--Psicosis (1960)
--Los pájaros (1963)

En los años ochenta varias de estas películas se exhibieron en España en pantalla grande, con copias nuevas y una apreciable campaña que las publicitaba como “Lo esencial de Hitchcock”. Y es que, ciertamente, esta etapa es la más fructífera en la carrera de aquel gordo genial, que se pirraba por las rubias y por salir en sus pelis aunque fuera paseando al perrito... En este tiempo Hitch ya era dueño de todos los resortes de la puesta en escena, y los éxitos se sucedían uno tras otro, convirtiéndose cada estreno en un acontecimiento. De entre los títulos que da Movistar+ se puede hablar de al menos de tres obras maestras, Vértigo, Psicosis y Los pájaros, y de otras tres que se pueden considerar sin mucho problema como magníficas películas: La ventana indiscreta, El hombre que sabía demasiado y Falso culpable. No es que Yo confieso y Crimen perfecto carezcan de interés, que lo tienen, pero nos parece que no llegan a la altura de esos seis títulos que rozan (o entran de lleno en) la perfección.

De esta etapa Movistar+ se ha dejado en el tintero varios films interesantes: los que más, Extraños en un tren (1951), la primera (y desasosegante) versión de una novela de Patricia Highsmith al cine, y por supuesto la archiconocida Con la muerte en los talones (1959), otro de los grandes títulos hitchcockianos, además de algún título de menor (pero no exento de) interés, como Atrapa a un ladrón (1955).


La etapa de (un cierto) declive

A partir de mediados de los años sesenta Hitchcock, quizá ya demasiado autoconsciente de sí mismo (Truffaut ya le había hecho las entrevistas que dieron lugar a su famoso libro El cine según Hitchcock, publicado en 1966), su cine se hace más manierista, se gusta quizá demasiado. No es que sus películas de esta etapa carezcan de atractivo, pero parece obvio que ya no tienen la altura de su mejor época.

Los films que Movistar+ ofrece de este período (que se alarga ya hasta la última película de Hitch) son:

--Marnie, la ladrona (1964)
--Cortina rasgada (1966)
--Topaz (1969)
--Frenesí (1972)
--La trama (1976)

Como decimos, más autoconsciente que nunca de su obra, Hitch aquí hace cine “a la manera de Hitchcock”, lo que no es lo mejor para crear, desde luego... No obstante, sus películas se dejan ver sin problemas y sin duda tienen aciertos y hallazgos muy apreciables... pero ya no tienen la entidad de sus mejores tiempos...


Tres documentales, tres

Para completar la visión sobre la filmografía hitchcockiana, Movistar+ ofrece también en el canal temporal Hitchcock tres documentales ciertamente interesantes: Hitchcock/Truffaut (2015) se centra en el proceso por el que François Truffaut entrevistó a sir Alfred, allá por los años sesenta, y dio a la luz un admirable libro, ya citado, titulado El cine según Hitchcock, imprescindible para conocer la obra (también, en menor medida, la vida...) del gran cineasta británico. Ese documental franco-norteamericano, dirigido por Kent Jones, supuso un muy atractivo acercamiento a aquellas entrevistas, a aquel proceso creativo de escribir un libro sobre un personaje tan admirado para Truffaut como fue Hitchcock.

El segundo documental, por riguroso orden cronológico, es 78/52. La escena que cambió el cine (2017), dirigido por Alexandre O. Philippe, también de nacionalidad norteamericana, que se centraba de forma exhaustivamente monográfica en la famosa escena de la ducha de Psicosis, sobre la que conoceremos todos los detalles de cómo se filmó, desmenuzándola de forma casi obsesiva, en un trabajo ciertamente encomiable que permitió un acercamiento notable a una de esas escenas que, como bien decía el propio título, cambió el cine, o al menos aportó una nueva forma de afrontar el rodaje de este tipo de escenas.

El tercer documental se titula Mi nombre es Alfred Hitchcock (2022), producción británica dirigida por Mark Cousins, en el que se da un repaso a la obra del director londinense... a través de él mismo, gracias a la notable imitación de su voz que nos permite imaginar que, efectivamente, es aquel viejo y gordo maestro el que está narrando para nosotros las anécdotas, las peripecias de sus películas, un a modo de juguete cinéfilo ciertamente curioso.

Lo cierto es que Movistar+ se apunta un tanto con este extenso ciclo, aunque también es verdad que podría haberse mejorado aún más con aportaciones como algunos capítulos de su célebre serie televisiva Alfred Hitchcock presenta (1955-1961), o con algún biopic como Hitchcock (2012), de Sacha Gervasi, con Anthony Hopkins como el orondo cineasta. Pero, en cualquier caso, nos parece que la iniciativa de Movistar+ está muy bien y debe ser felicitada: y es que, sobre todo para las jóvenes generaciones, conocer la obra de Hitchcock es capital no solo para quienes quieran incrementar su cultura cinéfila, sino para todos aquellos que quieran incrementar su cultura, a secas...