Casino Royale (1967)

A raíz del gran éxito que durante los años sesenta obtuvieron las películas protagonizadas por Sean Connery como el agente James Bond, adaptando las novelas escritas por Ian Fleming (entre otras, Agente 007 contra el doctor No, Desde Rusia con amor y James Bond contra Goldfinger), el propio cine británico que inventó el mito (y la tan rentable franquicia) realizó esta sátira descabellada, Casino Royale, también sobre una novela de Fleming, pero ciertamente como versión libérrima, en una clave surrealista que desconcertó al público y a la crítica de la época.

Fueron necesarios nada menos que cinco directores, británicos y americanos, para poner en pie un guion más bien inconsistente, y además con todos los (malos) tics de la época: realización psicodélica, surrealismo pop, constante ruptura de la línea argumental, etcétera, lo que hace que hoy día resulte mucho más viejo que los genuinos films de la serie 007 de aquellos años. Además, tantos directores mandando a la vez confirió a la película un tono dislocado e incoherente, avanzando a saltos, sin una narrativa mínimamente razonable.

Queda, eso sí, una absolutamente megalómana acumulación de nombres populares del campo de la interpretación, desde David Niven a Peter Sellers, pasando por Orson Welles, William Holden, Deborah Kerr, John Huston, Jacqueline Bisset y Charles Boyer, entre otros muchos, incluso con un entonces desconocido Woody Allen haciendo de sobrino de James Bond... De los directores, los más interesantes eran, por supuesto, John Huston y, en menor medida, Ken Hughes, pero en el caso del primero está claro que el tono del film no se correspondía con los intereses y preocupaciones del autor de films como El halcón maltés o Dublineses, por citar su primera y última película como director, por lo que debe considerarse su trabajo en esta película como una mera cuestión alimenticia.

Casi cuatro décadas después la franquicia recuperaría la misma novela para hacer Casino Royale (2006), con dirección de Martin Campbell, mucho más cercana al original de Ian Fleming, y mucho más interesante, en la clave moderna y espectacular, no exenta de contenido dramático, que felizmente se le ha imprimido a la saga desde principios del siglo XXI.

(31-05-2019)