Pelicula:

CINE EN SALAS

Rebecca Zlotowski (París, 1980), de obvios ancestros polacos, pero también marroquíes, es una guionista francesa de cierto predicamento que desde hace algún tiempo también viene desempeñándose como directora, e incluso como creadora de series; en este último aspecto su mejor baza quizá haya sido la miniserie Los salvajes, un thriller social que imaginaba un (por ahora, aunque quizá el escritor Michel Houellebecq sea de distinta opinión…) más bien fantasioso escenario, la llegada al palacio del Elíseo como presidente de la república de un político franco-magrebí, que ya es imaginación... 

Pero lo cierto es que Zlotowski, que ya decimos que como guionista tiene cierto predicamento, como directora la verdad es que no termina de arrancar; sus películas son, esencialmente, la mera traslación al celuloide (o al soporte que toque, ahora mayormente el digital) del guion, sin que la tarea de puesta en escena, fundamental en el audiovisual, sea otra cosa, en sus manos, que una pura instrumentalidad, una simple trasposición de lo escrito a imágenes y diálogos. 

Si, encima de esa escasa capacidad para la realización cinematográfica, le unimos el hecho de que el guion de esta Vida privada parece estar escrito bajo los efectos del algún alucinógeno (aunque sea venial, tipo canuto de “maría”…), el resultado no podía ser precisamente bueno…

La historia se ambienta en su mayor parte en París, donde conocemos a Lilian Steiner, reputada psiquiatra y psicoterapeuta de nacionalidad norteamericana pero afincada desde hace años en Francia, donde casó (y se separó) con (y de) Gabriel Haddad, prestigioso oftalmólogo, con el que mantiene buenas relaciones, y con el que tuvo un hijo, Julien, ya adulto, que la ha hecho abuela de un bebé de apenas dos meses, por el que la doctora, la verdad, no siente demasiado apego... Lilian recibe la inesperada noticia de que una de sus pacientes, Paula, ha muerto recientemente, así que asiste al funeral (por el rito judío, etnia de su familia) por su alma, donde es echada casi a patadas por el viudo, que al parecer la culpa del suicidio de su mujer. Enterada Lilian de la supuesta causa de esa muerte, y extrañada de tal cosa, porque su paciente nunca dio muestras en su prolongado tratamiento con ella de querer atentar contra sí misma, la doctora Steiner decide investigar por su cuenta, convencida de que Paula ha sido asesinada por alguien de su entorno…

Vida privada, a nuestro juicio, es ciertamente una película fallida. Lo es inicialmente por un guion marciano (por no decir jupiteriano…), con una protagonista a la que se le supone un nivel intelectual y científico que no parece el de una persona que se somete así por las buenas a una sesión de hipnosis para dejar de llorar (sin motivo, se entiende), extraño problema fisiológico que la aqueja desde que fue expulsada abruptamente del funeral por el tonante viudo, y mucho menos que se embarque en una investigación a todas luces absurda, sin prácticamente indicios mínimamente racionales de que nadie haya matado a su paciente. Encima de todo su ex (que no parece hacerle ascos a dejar de serlo…) se desvive por complacerla en esa investigación de Columbo de pacotilla, con seguimientos imposibles, burdos allanamientos de morada, absurdos hurtos de posibles pruebas que después quedan en nada… en fin, una historia demencial que protagonizada por gente de pocas entendederas ya sería rara, pero que en personas con una formación exquisita, como se supone son los protas de la peli, suena a chorrada generada en una tormenta de ideas no precisamente muy afinada ni atinada, que hasta riman y todo…

Se puede intuir lo que interesó a Rebecca Zlotowski cuando se aprestó a escribir el guion y dirigir el film, poder tener bajo su mando nada menos que a una estrella internacional como Jodie Foster (que, por supuesto, está más que correcta en su interpretación, aunque su personaje sea arbitrario a más no poder), reclamo que, sin duda, ha debido influir notablemente para captar el sobresaliente y muy apañado reparto que se ha conseguido reunir para la película, con Daniel Auteuil, Virginie Efira, Mathieu Amalric, Vincent Lacoste y hasta la veterana Aurore Clément, todos ellos primeras figuras del cinema francés y, por supuesto, generalmente protagonistas en las películas en las que intervienen, y que aquí (salvo Auteuil, que sí tiene un papel algo más largo) aparecen casi en modo cameo, con algunas escenitas y poco más.

Foster, por cierto, como actriz en las últimas décadas está espaciando sus actuaciones en productos audiovisuales, seguramente porque en Hollywood (bueno, en realidad, en todas partes…) las actrices, a partir de cierta edad, y salvo Meryl Streep (que es la excepción que confirma la regla), aunque sean estrellas más que consolidadas, se vuelven invisibles. Así, la siempre estupenda Jodie Foster en los últimos años solo nos ha deparado su arte en algunas series como The Mauritanian o True Detective, y poco más. 

Lástima de empeño, porque la película tiene una buena factura en general, se aprecia costeada (Foster se habrá llevado un pico, seguramente, y los astros franceses tampoco han debido ser baratos…), y la historia, si se hubiera modulado con una cierta coherencia, podría haber tenido algún interés, el que, desde luego, en nuestra opinión, no tiene tal y como se ha hecho.

(26/12/2025)


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103'

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Vida privada - by , Dec 26, 2025
1 / 5 stars
Psiquiatra profesional, detective "amateur"