Harriet. En busca de la libertad

Nos gusta que nos cuenten historias diferentes a las que están de moda, con argumentos muy trillados, con los mismos temas y con idénticos esquemas, que aburren al personal. Harriet (2019) nos narra la historia de Araminta Ross, conocida como Minty, una joven esclava analfabeta que, como toda su familia, trabaja en la hacienda de la familia Brodess, en el condado de Dorchester, Maryland, cuyo patrón, Edward Brodess, es un hombre duro de corazón y de gestos.

Minty se crio desde pequeña en compañía de Gideon, el varón de la familia, que era pocos años mayor que ella, a la que le tomó cariño, lo que impidió que su padre la vendiera, pero ahora se ha convertido en un ser vengativo. Aprovechando la muerte del patriarca de la familia en 1849, Minty huye y recorre más de 150 kilómetros andando hasta la frontera con Pensilvania, y desde allí llega a Filadelfia y a la Sociedad Antiesclavista, donde le encuentran un trabajo digno en una casa acomodada, como mujer libre, y se cambia el nombre por el de Harriet, por su madre, y el apellido de su marido, Taubman.

A partir de ahí se convierte en una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en los EE.UU., comenzando por liberar a los miembros de su familia. Su esposo, un hombre libre, la daba por muerta, ya que para no ser capturada se tiró desde un puente al río donde creen que se ahogó, contrae nuevo matrimonio y espera su primer hijo.

El guion, con una narrativa sencilla, está basado en la historia de esta mujer, muy religiosa y consciente de su misión para con Dios, que era la lucha contra la esclavitud, que se convirtió en un icono de la libertad de los esclavos, considerada como una de las grandes heroínas norteamericanas que, a pesar de su esfuerzo y tesón en conseguir su objetivo, sigue siendo tan desconocida.

Gracias a esta película podemos saber que actuó como soldado en la Guerra de Secesión que cambió el curso de la historia, y que liberó a más de cien esclavos, conocida con el nombre de Moisés. Tuvo que enfrentarse a la Ley de Esclavos Fugitivos promulgada en 1859, en la que se permitía cazarlos (como si fueran animales) en cualquiera de los Estados de la Unión.

El film recoge su lucha abolicionista por los derechos fundamentales de las personas, sin tener en cuenta el color de su piel, y por las mujeres en defensa del voto femenino; murió el 9 de marzo de 1913 a los 93 años de edad. La historia está contada cronológicamente, lo que facilita su seguimiento de manera más fácil para el espectador.

Al frente de esta cinta está la veterana Kasi Lemmons, actriz de más de treinta títulos y como directora esta es la quinta que realiza, tras debutar con Eve's Bayou (1997), a la que siguió Muerte de un ángel (2001), entre otras.

Harriet (2019) está dirigida con bastante acierto, aunque un poco lenta en algunos momentos, a la que le sobra algo de metraje, como a casi todas actualmente. Fue nominada al Oscar y al Globo de Oro para Cythia Erivo y la canción Stand Up.