El Casanova de Federico Fellini

Ésta fue una de las últimas buenas películas del gran Fellini, antes de que entrara en su posterior estado de anquilosamiento creativo, evidente en títulos como Entrevista o La ciudad de las mujeres, y del que ya no se recuperaría antes de morir. El Casanova de Federico Fellini, que así se llamó en España, como traducción escrupulosamente literal del megalómano título original italiano, recrea la vida y amores del mítico Giacomo Casanova, el playboy universal más conocido, junto a nuestro Don Juan. Pero, como era de prever, Fellini lo trató a su manera, de una forma grandilocuente, barroca hasta la extenuación, reproduciendo en los estudios de Cinecittà un fastuoso siglo XVIII, donde el veneciano se mostrará un cínico sin miramientos.

Alguien dijo de esta película que Fellini rodó sobre el mayor amante que en el mundo haya habido (si hay que creer lo escrito por el susodicho…) que era, paradójicamente, la obra más antierótica que se haya filmado nunca, y no le faltaba razón, porque las artes amatorias de este Casanova felliniano de peluca empolvada son puros ejercicios gimnásticos, carentes del más mínimo sentido de la lascivia o la lubricidad….

Donald Sutherland bordó el papel, probablemente en el personaje por el que pasará a la Historia del Cine, y la música de Nino Rota es realmente espléndida, una de las más bellas que haya compuesto el maestro lombardo, y estamos hablando del autor de músicas míticas, como la de El Padrino...

(29-03-2007)