Hooper, el increíble

Narra esta película las peripecias que, a su vez, se suceden durante el rodaje de otra, todo ello a través del punto de vista de un “doble”, un especialista, lo que los anglosajones llaman un “stuntman”. Una vez más, pues, cine dentro del cine, aunque es cierto que el punto de vista desde el que se hace, el de un “stuntman”, no es demasiado frecuente. El protagonista, encarnado por Burt Reynolds, es uno de esos especialistas, un hombre que ha conseguido gran fama en su profesión, pero cuya salud se encuentra en peligro a causa de su arriesgado trabajo. El tema no le es desconocido ni mucho menos al director, pues el propio Hal Needham fue “doble” durante muchos años. No es de extrañar, pues, que el film realice un auténtico homenaje a estos hombres y mujeres que se juegan, literalmente, la vida.

En el aspecto formal, Needham se revela como un hábil director de escenas de acción, resueltas con gran eficacia y realismo, como ya demostrara en su anterior y primera película, Los caraduras (1977). Por el contrario, las escenas de diálogo resultan algo más flojas. El ritmo sin embargo se mantiene, y la atención del espectador no decae un momento, gracias a que el guion dosifica bien las escenas de acción, espaciándolas a lo largo del film.

A destacar la notable escena final, en la que se nos ofrece la filmación de un espectacular terremoto y un tremendo salto en coche sobre el vacío: sin duda, lo mejor de la cinta. Una buena fotografía en Metrocolor y Panavisión de Bobby Byrne, y la ajustada partitura de Bill Justis, contribuyen al buen resultado global de esta Hooper, el increíble.

Burt Reynolds hace su personaje habitual de bruto de buen corazón, y a Jan-Michael Vincent no le va en absoluto el papel encomendado, notándose en todo momento que está fuera de lugar. Un buen plantel de intérpretes característicos apoya sólidamente el resto del reparto. En definitiva, Hooper, el increíble nos parece una película muy entretenida, que pretende tan solo divertir al espectador y eso lo consigue plenamente, siendo esta su mejor virtud.

(24-06-2021)