En el año 1983, en plena época comunista en Checoslovaquia, desde la llegada a una escuela de los suburbios de Bratislava de una nueva profesora, pone en práctica un peculiar método pedagógico: tras pasar lista anota la profesión de los padres de los alumnos, y solicita favores a sus familias, algo que hace veladamente, pero se aprovecha de los alumnos, al tiempo que condiciona las notas al comportamiento de los padres, con lo que la vida y la estabilidad de éstos se ve amenazada.
El comportamiento corrupto y el intento de suicidio de una de las chicas a causa de este asunto, hace que la directora del centro convoque a los padres a una reunión de urgencia con ese único punto del orden del día que pondrá el futuro de las familias en juego por temor a futuras represalias de la maestra. La conexión de la profesora con el Partido Comunista, hace que todos sientan miedo de tomar las decisiones que vayan en contra de esa mujer tan temida como odiada.
En ese trasfondo histórico muestra también de qué manera luchan esas familias para frenar tal abuso de poder. Es interesante que esta historia muestre que cuando había comunismo ya existían los privilegios y ahora sin comunismo sigue habiéndolos, lo que hace pensar que no ha cambiado tanto, que son los mismos perros con distinto collar.
Cuenta esto que ya se sabe, pero lo hace de una manera sencilla, con un guion que maneja perfectamente la alternancia de las interesantes discusiones que se producen en la reunión de padres, el temor de algunos de ellos a pronunciar su opinión en público y cómo después firman cuando lo pueden hacer en privado, al tiempo que vamos conociendo los tejemanejes de la enseñante y cómo se aprovecha de los alumnos a los que pone a su servicio particular a cambio de aprobados y coaccionando con malas notas a los que no se someten a su dictadura. Aunque la historia está situada en ese contexto concreto es un tema universal que puede suceder en cualquier lugar del mundo y en un régimen político dictatorial o democrático.
Los actores están bien en sus respectivos personajes, pero sobre todos sobresale la serena actuación de Zuzana Mauréry en el papel de la profesora, uno de esos seres cínicos y mezquinos que abusa de la autoridad que su puesto le da, ya que sabe que nunca le faltará un político corrupto que la apoye, porque siempre habrá quien se beneficie de la miseria, el miedo y la ignominia de los demás, y por cuyo trabajo fue premiada en Karlovy Vary.
El argumento para el guion de Petr Jarkovský sale de unos recuerdos personales de Jan Hrebejk y parte de esa reunión para ilustrar las subtramas de este comportamiento delictivo de la educadora para con los alumnos y sus familias. Alterna así varios casos con el debate, el drama y la comedia negra, tratando de no caer en la caricatura de un personaje que se aprovecha de su situación en el régimen, al tiempo que trata de describir el clima moral del miedo, la mezquindad humana sin cargar las tintas, lo que la hace más cercana al espectador.
El director checo Jan Hrebejk logra un ambiente muy conseguido, expuesto sin muchas pretensiones, de forma clara, pero sabe denunciar unas situaciones corruptas dentro del clima político.
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