Love again

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Al cine romántico cabría pedirle, como a todos los géneros, varias cosas, pero una que nos parece necesaria, por no decir imprescindible, es una cierta originalidad, o al menos el planteamiento de un tema ya conocido pero con ropajes nuevos, o que parezcan nuevos, que puedan estimular la curiosidad del espectador y no le hagan ver que está ante un (otro...) “déjà vu”, algo con la impresión de haberlo visto con anterioridad, y no una, sino varias, o muchas veces. Algo de eso sucede con esta Love again, cuya traducción al español de su título, aunque teóricamente va por otro sitio (podría ser algo así como “volver a amar”), lo cierto es que también podríamos traducirlo como “Amor otra vez”, siendo ese “otra vez” no precisamente inocente...

Love again es un remake de una película alemana, titulada SMS für dich (2016), dirigida por Karoline Herfurth y estrenada en España como Un mensaje para ti, basada en la novela homónima de Sofie Cramer, publicada en 2009 por Rowohlt Verlag. La acción de la película norteamericana no difiere apenas de la germana; de hecho, aparte de las localizaciones y los nombres de los personajes, la historia sigue con pudoroso cuidado la trama novelística y de la primera versión al cine. Así, conocemos a Mira, joven alrededor de la treintena, y a su novio, John; ambos están muy enamorados, y cuando él muere en un accidente de tráfico, el mundo se hunde para Mira. Dos años después sigue con el luto emocional; durante ese tiempo, para paliar su pena, está enviando mensajes al antiguo móvil de John, como si pudiera aún hablar con él, en una acción que le reporta un gran consuelo emocional, sin saber que ese número ha sido adjudicado ya a otra persona, el periodista especializado en música Rob, quien a su vez ha sido abandonado casi en el altar por su prometida. Rob es conminado por su redactor jefe a escribir sobre Céline Dion y su nuevo disco, aunque no encuentra la inspiración para ello, a pesar de que se ha entrevistado con la diva. Casualmente conoce a Mira, y cuando se da cuenta de que es ella la que envía los mensajes a su nuevo móvil, se siente fascinado por ella e intenta un acercamiento sentimental...

Una de las novedades de la película es el relevante papel otorgado a la cantante sobre la que tiene que escribir el periodista protagonista, que pasa de ser la más bien desconocida (al menos en España) Henriette Boot a la mucho más popular Céline Dion, que se ha implicado tanto en la película que incluso interviene como productora ejecutiva. Aparte de ello, la historia transcurre por el trillado sendero típico del cine romántico, el del famoso “chico-encuentra-chica, chico-pierde-chica, chico-recupera-chica”, aunque eso ya no se haga en términos de “conquista”, como era habitual en otros tiempos; más bien al contrario, aquí el personaje masculino es claramente inferior en su talante, en su desempeño, al femenino, mucho más seguro y dispuesto, incluso bajo los efectos del mazazo de la muerte del novio, del que parece no va a recuperarse nunca...

Poca novedad, entonces, y desde luego nulo suspense, porque ya sabemos que en estas historias lo que procede es un final de “fueron felices y comieron perdices” (o tofu, si son vegetarianos, aunque no rime...). Por supuesto, nada que objetar a ese tipo de final feliz con los tortolitos más enamorados que nunca, porque si no, no sería cine romántico, al menos el cine romántico comercial al uso. Pero sí echamos en falta un poco más de fuelle en la narración, un poco menos de seguidismo de la historia original alemana, literaria y cinematográfica, una pizca más de personalidad... tampoco es pedir mucho. Por supuesto que la peli se sigue con agrado, en esta historia de dos náufragos a su manera que coinciden por mor de la tecnología, en un amor que está a punto de irse al traste por la insinceridad, esa lacra que se ha cargado tantas parejas.

Y eso que el director al que se le ha encargado el proyecto, Jim Strouse, es un tipo con un pedigrí interesante: no tiene una carrera demasiado larga, pero sí con títulos que han conseguido premios en certámenes relevantes como Sundance o Deauville, en una trayectoria que, nos parece, aquí se ha despersonalizado.

Aceptable trabajo del dúo protagonista, en especial de ella, Priyanka Chopra Jonas, adecuadamente melancólica y triste en la fase del duelo por el novio difunto, y luminosa y vitalista cuando la vida parece darle una nueva oportunidad. Las hermosas canciones en la voz de Céline Dion, tanto las nuevas escritas para la ocasión, como algunos de sus muy conocidos temas clásicos, contribuyen sin duda al tono romántico del film.

(17-05-2023)