Pelicula: Esta película se pudo ver en la Sección Oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo 2012 (SEFF’12).

Estamos acostumbrados a una Suiza idealizada, un país donde hacen relojes perfectos (hasta los de cuco…), donde los servicios públicos funcionan de maravilla, donde la gente es ordenada, pulcra y civilizada, un país rico donde someten a referendo las cuestiones más nimias, haciendo de la democracia directa algo más que unas bonitas palabras. Pero hay otra Suiza, más oculta, más difícil de apreciar; allí también, como en todos lados, hay precariedad, hambre, problemas para salir adelante cada día.

Ésa es la Confederación Helvética (nunca nos acordamos que éste es el nombre oficial de Suiza) que nos muestra Ursula Meier, presentándonos una familia a la que pueden aplicarse todos los adjetivos típicos de la jerga de los servicios sociales para estos casos: disfuncional, desestructurada, desjerarquizada… está compuesta presuntamente por un niño de doce años y su hermana, alrededor de los veintiséis o veintisiete. Esta precaria familia se mantiene gracias a los ingresos atípicos del niño, que se dedica a robar pequeñas propiedades en la estación de esquí cercana a su casa, que después revende como buenamente puede; la hermana va de trabajo en trabajo, sin asentarse en ninguno, cambiando tanto de empleo como de novio. Pero este tambaleante núcleo familiar oculta un secreto…

Cine de la realidad, de la cotidianidad sin intención de ser costumbrista, Ursula Meier opta por el acercamiento casi de entomóloga, si bien en algún momento se permite romper esa austeridad, ese distanciamiento, con episódicos momentos de breve ternura. Pronto nos daremos cuenta de que el chico, convertido quizá a su pesar en un adulto precoz, sostén económico de la casa, tiene una necesidad apenas entrevista de cariño, de contar con una familia al uso, un abrazo de vez en cuando. Esos son los mejores momentos, dados con apenas unos matices, unas miradas. El resto no tiene esa altura, y es una pena, quizá demasiado ocupada la directora en contarnos el día a día del niño con sus trapicheos en la estación de esquí y su a veces difícil reventa.

Obra no obstante interesante, Sister tiene el valor añadido, como decíamos, de mostrarnos otra cara de la opulenta Suiza, el país donde todo funciona a la perfección, salvo, por lo que se ve, los servicios sociales, a los que se les pasa por alto que un niño de doce años esté sin escolarizar.

Notable papel el del pequeño Kacey Mottet Klein, que tiene que emocionar casi sin gestos ; Léa Seydoux tiene ya una apreciable carrera internacional, habiendo trabajado con Woody Allen, Russell Crowe, Tom Cruise y Quentin Tarantino, entre otros ; aquí resulta creíble en su papel de veinteañera con mentalidad y tics de adolescente, arrasada por una realidad que la supera.

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97'

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Sister - by , Nov 08, 2012
2 / 5 stars
Otra Suiza