Bad boys for life

Esta producción supone el regreso, 25 años después, de dos jóvenes policías como eran los detectives Mike Lowrey y Marcus Burnet en una nueva y última misión, antes de jubilarse este último, con grandes dosis de humor y mucha acción, en esta tercera entrega de la saga donde, como en las anteriores, se mezcla el humor con la acción.

Había ganas de que estos dos personajes volvieran a las pantallas tras el buen sabor de boca que dejaron en las dos entregas anteriores de Dos policías rebeldes (1995) y Dos policías rebeldes II (2003), ambas dirigidas por Michael Bay.

Tras muchos esfuerzos por parte de Will Smith, sobre todo, han vuelto pero esta vez dirigidos por los cineastas belga, aunque de origen marroquí, Adil El Arbi y Bilal Fallah, responsables de películas como Black (2015) y Gangsta (2018), que le abrieron las puertas del cine de Hollywood.

Mike le pide a su amigo Marcus, que se ha jubilado tras ser abuelo, que haga un último esfuerzo para, junto a la Policía de Miami, capturar al narcotraficante Armando Armas, el líder de un cartel de la droga de Miami, un joven delincuente dominado por su madre Isabel Aretas, pero éste se niega. Cuando Mike es tiroteado por el traficante y su vida está en peligro de muerte, su amigo Marcus no se aparta de su lado y aunque ha hecho la promesa a Dios de no provocar más violencia, este hecho le convence para realizar juntos esta última misión, pero ya no son unos jovencitos de 26 años como cuando empezaron.

El film posee un rico guion de Chris Bremner, Peter Craig y Joe Carnahan, no sólo pleno de aventuras sino que además suceden unos giros inesperados que mantienen el interés del espectador por saber cómo se resuelve el melodrama que surge en los metros finales de esta historia. Los que ya vieron las dos primeras se alegrarán de tener a estos dos personajes de nuevo en acción, y los que no los conozcan, estamos seguros de que pasarán un buen rato, no sólo con las escenas de acción, sino con las situaciones cómicas que se generan entre ambos.

La cinta arranca con una de las carreras más vertiginosas y peligrosas que hayamos visto en mucho tiempo en la pantalla, en la que no sólo origina emoción sino también comicidad ante el miedo de Marcus por la temeridad al conducir de su amigo Mike.

Como decíamos, en esta nueva producción no está detrás de las cámaras Michael Bay, sino delante, reservándose un pequeño cameo, pero los dos colegas que le han sustituido al volante de esta historia no tienen nada que envidiarle en cuanto a los momentos de riesgo y acción, ya que parece que son alumnos suyos. En lo referente a la espectacularidad de las escenas se nota que está detrás, en la producción, Jerry Bruckheimer, que suele hacer muy bien este tipo de películas comerciales.

Junto a Will Smith y Martin Lawrence se encuentran actores como Joe Pantoliano, Vanessa Hudgens y además se suman al reparto dos actrices mexicanas, cada una a un lado de la ley, Paola Núñez como la detective Rita, y Kate del Castillo como Isabel Aretas, la malvada de este asunto.