El eslabón del Niágara

Jonathan Demme tiene un lugar en la Historia del Cine fundamentalmente por ser el director de El silencio de los corderos (1991), que estableció el desde entonces recurrente paradigma del “psycho-killer” de inteligencia suprema, crueldad extrema y gustos culinarios poco recomendables... Al éxito del film, sin duda, contribuyó la notabilísima caracterización que realizaría Anthony Hopkins del villano, el desde entonces inolvidable Hannibal “Caníbal” Lecter, pero en cualquier caso está claro que Demme fue un factor decisivo en la notable película, un icono incontrovertible del cine de terror.

Pero años antes, a finales de los setenta, Jonathan Demme probablemente ni siquiera soñaba con llegar a tener un éxito comercial y crítico del nivel de El silencio de los corderos; por aquel entonces, en sus primeros años como realizador de cine, dirigía thrillers como este El eslabón del Niágara (cuyo título original, Last embrace, que se podría traducir como “Último abrazo”, ciertamente nada tenía que ver con el título español), muy influido por el cine de Hitchcock.

Por aquel entonces parece claro que Demme no tenía todavía las ideas muy claras, y su desaliñada forma de rodar contagiaba el tono del relato, un truculento pastiche de temas de suspense que recordaban remotamente algunos de los temas predilectos del gran Hitch.

Un agente secreto es emboscado junto a su mujer, que muere; más tarde el espía se percatará  de que es el centro de una rara conspiración... Uno de los escasos atractivos del film es su protagonista, Roy Scheider, rostro hierático pero no exento de carisma, que tuvo durante los años setenta su mejor época, con títulos memorables como French Connection (1971), Tiburón (1975) y Empieza el espectáculo (All that jazz) (1979) y la entonces ya madurita Janet Margolin, musa underground de los años sesenta, que estuvo en el primer Woody Allen como director, Toma el dinero y corre (1969). Con un papel secundario aparece Christopher Walken, el mismo año en el que lo descubrimos en El cazador (1979), donde ganó tan merecidamente el Oscar.

(19-11-2019)