El hombre de Río

CRITICALIA CLÁSICOS

Disponible en Filmin y Prime Video.

[Se cumplen sesenta años del estreno de esta película. Con motivo de esa efeméride, recuperamos su crítica]

En los últimos tiempos la producción cinematográfica universal está dejando entrever un tipo de películas de corte mixto, que aúnan la comercialidad con la calidad artística o en su defecto con una cierta dignidad técnica de realización. Ésta puede ser una buena réplica a la televisión, por cuanto poseen los elementos necesarios para que toda clase de público lo pase bien: acción, aventuras, peligros, situaciones divertidas, color…

El hombre de Río está muy dentro del tipo de cine que hace Philippe de Broca, e igualmente muy cercano a esta corriente que antes hemos mencionado. Se abandonan en el film, en cierto modo, los moldes clásicos de la aventura, olímpicamente se prescinde del rigor del género, y se sustituye por el vértigo de la acción y las pinceladas humorísticas típicas de situaciones de comedia, provocadas por el desprecio del riesgo y la vitalidad del personaje masculino en contrapunto con el femenino. Esto hace que el ritmo no decaiga a lo largo de toda la cinta y sea la dirección el elemento coordinador.

El hombre de Río tiene, indudablemente, puntos de contacto con su obra anterior, Cartouche (1961), tangentes en el espíritu general de la película, en lo que el director pretendía y en lo que ha logrado, así como en el motivo que mueve a los personajes de ambas.

Si hemos dicho que Philippe de Broca es el más americano de los directores de la “Nueva Ola Francesa”, es éste el título ideal para demostrarlo. En él su actor rinde pleitesía a los grandes maestros norteamericanos, y se notan igualmente las influencias de Alfred Hitchcock (Con la muerte en los talones), Stanley Donen (Charada), Frank Capra (la sutileza de la comedia), Vincente Minnelli (el color), John Ford (la alegría de vivir). Todos ellos y muchos más se ven representados aquí.

El guion escrito por Jean-Paul Rappeneau, Ariane Mnouchkine, Daniel Boulanger y el propio Philippe de Broca fue nominado al Oscar y la película ganó el premio del Círculo de Críticos de Nueva York a la mejor en lengua no inglesa.

Un film muy interesante para su estudio, aunque pueda parecer, a primera vista,  un producto superficial.