El incorruptible

Un agente de la gendarmería francesa es asesinado por un activista político-mafioso durante un altercado. El comisario-jefe, Verjeat, hombre de incorruptibilidad a prueba de soborno, investigará a fondo el caso, que torna cada vez más sucio...

Pierre Granier-Deferre fue un realizador que conocía bien su oficio y que dio repetidas muestras de su profesionalidad en películas como El hijo, Anna Kauffman y Una mujer en la ventana, quizá las más conocidas de su filmografía, que tuvo su etapa álgida en los años setenta del siglo XX. Aquí Granier-Deferre hacía un encendido elogio de la figura del comisario-jefe, al que apoya plenamente, pero dándonos a entender que la intachabilidad también puede esconderse tras unos métodos expeditivos. A pesar de todo, el realizador no ha caído en el tópico de presentarnos al funcionario carente de vicios, que de tan abnegado no parece humano. Por el contrario, el protagonista, interpretado sobriamente por el siempre estupendo Lino Ventura, se nos presenta como un hombre más, sin las dotes de Supermán de las que tan falazmente hacen gala en el cine tantos colegas.

Granier-Deferre ha sabido filmar la cinta con el ritmo preciso, narrando razonablemente bien la historia en cuestión. El conjunto es positivo, con una interpretación ajustada (además de Lino Ventura, nos ha gustado también Patrick Dewaere, fallecido en trágicas circunstancias –por suicidio—en plena juventud), buen montaje y una correcta fotografía, completando todo ello este “polar” (como se denomina coloquialmente al policíaco francés) que se puede calificar de aceptable.

(12-10-2021)