El libro de la selva (1967)

Con la base de la novela de Rudyard Kipling, publicada por vez primera en 1894, Walt Disney hizo el que sería su último largometraje de dibujos animados, falleciendo en diciembre de 1966, a menos de un año de su estreno, y que terminó de dirigir Wolfgang Reitherman, que sería su continuador en sucesivos films como Los aristogatos o Los rescatadores, entre otros, y que falleció en 1985, a los 75 años de edad.

El libro de Kipling es un clásico de la literatura juvenil de aventuras de todos los tiempos. Bajo su capa aventurera se puede encontrar una reflexión nada despreciable sobre las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. Esto, indudablemente, no aparece en esta versión infantil de dibujos animados, quedando en algo más superficial y de corte humorístico, incluyendo varias canciones, algunas de las cuales se harían muy populares (a lo que han contribuido algunos anuncios televisivos), interpretadas por unos personajes muy bien delineados, entre los que se puede destacar la humanidad del oso Baloo y de la pantera Bagheera.

Todo ello contribuye a que la película tenga un aire eminentemente infantil, con ritmo y agilidad en sus imágenes, que no abusa en este caso del ternurismo, y que adopta un dibujo menos perfeccionista y con un aire más moderno, con unos fondos más barrocos y recargados que los lineales de cintas anteriores. En definitiva, una obra hecha para la pura diversión de los pequeños, que no resistiría su comparación con el original literario.