Frenzy

Esta película se pudo ver en la Sección Las Nuevas Olas en el Sevilla Festival de Cine Europeo (SEFF’2015).

Emin Alper es un cineasta aún de corta carrera; de hecho, Frenzy es su segundo filme. Es un hombre que procede de la universidad, en la rama de Humanidades, y es experto en Historia Moderna de Turquía, por lo que su filme tiene un plus de interés especial: sabe de lo que va.

Un hombre sale de la cárcel tras casi veinte años encerrado. No sabemos su delito, pero sí que las autoridades le coaccionan para que trabaje para ellos a cambio de la libertad condicional. Habrá de volver a su barrio, en el Estambul más profundo, e informar de los movimientos que vea; hay un grave problema de terrorismo, y para el Estado cualquier informador vale. En el barrio el protagonista se reencuentra con su hermano menor, empleado del Ayuntamiento, encargado, junto a otros compañeros, de exterminar los perros vagabundos de la ciudad; pero un día el joven hiere a uno de los canes, y poco después lo rescata, herido, y se dedicará en cuerpo y alma a su restablecimiento y cuidado. Entretanto, el ex presidiario se ve presionado por la Policía…

Frenzy tiene sus mejores cartas en el paisaje alucinado que pinta, un Estambul obrero, periférico, cuasi marginal, donde estallan las bombas y la Policía lo toma al asalto. No es difícil imaginar que el trasunto de los grupos terroristas que se mencionan sean los kurdos del PKK, auténtica bestia negra del Estado turco. En ese contexto, la historia de este infeliz abocado a denunciar a los suyos para no volver a chirona es la mejor baza de un filme por lo demás irregular, perjudicado por la doble historia (la del ex presidiario y la de su hermano) que cuenta, aunque terminen confluyendo en una sola. Sobre todo la del joven hermano, inesperado cuidador de uno de los animales a los que habitualmente mata con saña, resulta demasiado larga, redundante, a pesar de lo cual nos quedamos con las ganas de saber el motivo de tan extraño viraje en su comportamiento, de Atila canino a buen samaritano perruno en cuestión de ¿horas? ¿minutos? Se agradece la conversión, pero lo cierto es que no está motivada, no está razonada.

Frenzy resulta ser, entonces, un filme irregular, al que le sobran metros, pero con indudables ráfagas de cine estimulante, en especial todo cuanto apunta hacia ese dantesco paisaje de un Estambul cuasi apocalíptico, pareciendo por momentos una historia que no es de este mundo, un paisaje casi a lo Europa de Lars Von Trier, aquel viejo y buen filme del danés, cuando aún no estaba contaminado de egocentrismo.

Notable trabajo del protagonista, un Mehmet Ozgur que tiene un personaje complicado, el manso cordero ante la Policía, el confidente taimado de las calles de su barrio, el amantísimo hermano mayor que vela por el pequeño y busca al perdido hermano mediano, todo en una sola persona.