La otra alcoba

Eloy de la Iglesia fue, con toda probabilidad, el director con más gusto por “epatar” al público de su época, los años setenta y ochenta, fundamentalmente, y eso que tenía muchos rivales en tan dudoso gusto… Esta película, La otra alcoba, realizada en los críticos años de la Transición Democrática española, el mismo año de la muerte de Franco, fue la que le dio la gran notoriedad como cineasta osado, que cultivaría ya hasta su muerte.

Una mujer de la alta burguesía conoce al empleado de una estación de servicio. La bella se enamora del bronco trabajador, y ambos vivirán una muy peculiar relación. De la Iglesia fue un cineasta que alternó productos de algún interés con otros sencillamente infumables; afortunadamente este filme pertenece a los primeros. Hay una historia pasional, pero también subyace una curiosa lectura marxista de la lucha de clases, y de cómo es imposible una relación interclasista. Lo más chocante y morboso, las escenas de Muñoz y Andión empapados en grasa, revolcándose apasionadamente en una orgía de sexo y aceite multigrado...

Amparo Muñoz lucía por aquel entonces su despampanante palmito, dos años después de haber sido coronada Miss Universo y de haber mostrado, en su debú en la pantalla, en Tocata y fuga de Lolita, las poderosas razones que la habían llevado a semejante trono. Entonces tenía como pareja a Patxi Andión, a su vez totalmente lanzado en aquella época por su papel de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, en El Libro de Buen Amor, inenarrable éxito comercial de la Transición donde el vasco (aunque nacido en Madrid) también lució sus encantos. La bella aún no tenía aficiones zoológicas: ni conocía “camellos”, ni montaba a “caballo”, ni se moría por un “mono”… Como secundarios, Simón Andréu, uno de los actores predilectos de De la Iglesia, y Yolanda Ríos, que se hizo muy popular en aquella época como azafata del concurso Un, dos, tres, iniciando una carrera como actriz que, ciertamente, no tuvo mucha relevancia.