Mi única familia

CINE EN SALAS

Mike Leigh, a sus 82 años, es uno de los directores ingleses más importantes del Reino Unido de los últimos tiempos. Comenzó en el cine como actor en 1963, interpretó cinco películas y dos episodios de series de televisión; comenzó a escribir guiones en 1971 y lleva ya casi dos docenas de ellos, y finalmente decidió dirigirlos él mismo y no lo hace nada mal.

La demostración está en hay títulos que los buenos aficionados recordarán como Grandes ambiciones (1988), Secretos y mentiras (1996), El secreto de Vera Drake (2004), La tragedia de Peterloo (2018), por citar tan sólo algunos, habiendo logrado 24 premios internacionales.

Ahora nos llega la última realizada hasta la fecha, tras seis años de ausencia de las pantallas, Mi única familia (2024). Es la historia de una familia de color, compuesta por la madre, Pansy Deacon, una estupenda, ordenada y limpia ama de casa; Curtley, su marido, un buen hombre, que trabaja reformando pisos, y su hijo, Moses, de 20 años, gordo como una ballena, que no hace nada y enfada a su madre por su desorden. Pansy está disgustada con su esposo porque ronca mucho y no la deja dormir. Discute con su hermana Chantelle, que es peluquera y tiene dos hijas mayores Aleisha y Kayla, y es la que más la comprende, riñe con la dentista, discute con la cajera del súper, con su médico... En fin, que parece que tiene mal carácter, pero es una buena persona que está dispuesta a ayudar a todo el que lo necesite.

Se puede decir que la película no tiene historia, más que la vida y las relaciones de esta familia, pero qué bien hecha está y cómo engancha al espectador a pesar de que casi no ocurre nada, más que el discurrir de la vida diaria de esta familia de color de clase trabajadora.

Está bien realizada por el director Mike Leigh, con una excelente interpretación de Marianne Jean-Baptiste, que hace el papel de la madre, un personaje bien escrito al que le falta algo de amor.

Es una honesta exposición del mundo de cada día, del sufrimiento personal, narrada de manera tragicómica, para hacerla más llevadera de la relaciones con sus flaquezas y debilidades del ser humano, pero también de su simpatía, de su humanidad, de su mirada compasiva, humanista y divertida, pero con la sensibilidad que Mike Leigh pone en su cine.

Nominada a dos premios Bafta. Ganadora de veintiséis galardones de festivales y asociaciones de periodistas en total, además de cincuenta y cuatro nominaciones más.