Phoenix

Otra vez el cine alemán toca el tema del Holocausto nazi sin miedo a volver al vergonzoso pasado, en esta ocasión a través de un drama romántico que resulta algo inverosímil. En junio de 1945, Nelly Lenz, una cantante de origen judío, es traicionada y enviada al campo de concentración de Auschwitz. Tras salir de ese infierno, del que vuelve con el rostro desfigurado, en compañía de su amiga Lene, decide operarse y pasada la traumática intervención quirúrgica, busca a Johnny, su marido, un pianista que es el amor de su vida, pero el reencuentro no es como esperaba.

Toda la familia de ella ha muerto en el Holocausto y Johnny cree que su mujer tampoco sobrevivió. Nelly lo encuentra aunque él solo ve en ella a una mujer que le recuerda a su esposa, pero Nelly quiere descubrir si él la amó realmente y si la traicionó. La oscura y melodramática historia es convencional y ambigua, ya que a pesar del posible cambio de rostro algunas otras señales físicas de su persona le harían ser reconocida por su propio marido, un personaje algo gris, con velados intereses, no obstante ella decide ocultar su verdadera identidad con la secreta intención de saber hasta dónde llegó su amor.

Tiene un comienzo emocionante, con cierto suspense, que continúa en el interés dramático de la trama, con algunas repeticiones y tiempos muertos, y un final ambiguo que se deja a la interpretación del espectador.

Es la séptima película de la filmografía del germánico Christian Petzold, perteneciente al nuevo cine alemán, considerado un notable narrador, autor entre otras de Barbara (2012), con la que logró el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Cine de Berlín 2012.

La narración, sobre desamores y reencuentros, que reflexiona sobre la memoria frente a los traumas vividos, está llevada a cabo con el ritmo que requiere un drama de esta clase con claro acierto por el teutónico realizador, en esta historia de suspense que es un canto de esperanza a la recuperación del amor.

El guion, en colaboración con Harun Farocki, fallecido el año pasado, hace una interpretación muy libre de la novela Regreso de las cenizas, del escritor francés Hubert Monteilhet, que ya fue lleva al cine con el título de Una llamada a las doce (1965), dirigida por Jack Lee Thompson, con Maximilian Schell, Samantha Eggar e Ingrid Thulin, que sitúa a esta mujer en el centro de su relato para hablarnos del amor, la dignidad, el sufrimiento, la traición, la culpa, el perdón, la reconstrucción de una identidad y de una nación.

La música tiene su importancia en la canción Speak Low, del compositor alemán Kurt Weill, utilizando la letra en consonancia con la narración y cuya interpretación supone uno de los finales más ambiguos que se recuerdan.

Nina Hoss, actriz fetiche del director, presente en seis de sus cintas, destaca en la incorporación de esta mujer herida que lucha por renacer, que comparte protagonismo con Ronald Zehrfeld como el amnésico marido y Nina Kunzendorf es la amiga que busca rehacer una nueva vida.

Ganó en el Festival de San Sebastián 2014 el premio Fipresci.