El cine neozelandés puede parecer el colmo del exotismo para los españoles, que para eso estamos situados en sus antípodas. Pero, en contra de lo que pueda suponerse, esta cinematografía tiene detrás un importante "corpus" fílmico, propiciado sobre todo por la pujanza que el vecino cine australiano experimentó en los años ochenta.
Desde entonces directores neozelandeses como Roger Donaldson (Motín a bordo, No hay salida) y Russell Mulcahy (Razorback, la saga de Los inmortales) se dieron a conocer mundialmente. La cineasta Jane Campion (después famosa por su muy interesante El piano) realiza en 1990 una serie para televisión sobre la vida de la escritora aborigen Janet Frame, la más exquisita poetisa que haya dado esta tierra del fin del mundo.
La biografía atormentada de esta mujer patológicamente tímida es un buen pretexto para lanzar una mirada no precisamente gratificante sobre la sociedad de su tiempo, tan cercano al nuestro. La versión cinematográfica, aligerada del original, tiene lagunas no sustanciales. El segundo segmento (el filme está estructurado en tres) es especialmente sórdido y depresivo.
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153'