Enrique Colmena
A falta de un balance anual del Ministerio de Cultura (que se supone aparecerá algún año de estos…), parece claro que el año 2009 ha sido para el cine español un (teóricamente) buen año. Un afamado analista de medios, Pau Brunet, anticipa una recaudación bruta de nuestro cine algo superior a los 100 millones de euros, cifra que supondría en torno al 20% de incremento sobre lo recaudado en 2008.
En principio, buenos datos. Sin embargo, si se afina un poco, se verá que la cosa no es para tanto. De entrada, de esos algo más de 100 millones, casi 73 han sido recaudados por las 10 películas más taquilleras del año; como quiera que la producción hispana de 2009, según datos del Ministerio de Cultura, ha sido de 185 largometrajes, quiere decir que los 175 largos que no se computan entre esos diez de mayor recaudación habrían ingresado unos 30 millones de euros, a una media de unos 175.000 euros por película: no es como para tirar cohetes.
Porque además el tema de la recaudación, como ya tengo dicho por activa y por pasiva, no es sólo cuestión de cuánto se ingresa, sino también de cuánto se ha gastado. En cualquier empresa, si tú gastas 50 millones de euros e ingresas 20 millones, habrías perdido 30 millones; en cine, a lo que se ve, no, porque “Ágora” costó esos 50 millones, ha recaudado 20, y todo el mundo se regocija por tan gran recaudación…
Dirán: hombre, es que hay otros canales de distribución, como la exhibición en Estados Unidos (para eso se rodó en inglés, se argüirá); sí, en efecto; el problema es que la distribuidora en USA es Newmarket, especializada en cine independiente y películas subtituladas, por lo que, con suerte, puede aspirar a recaudar 20 ó 25 millones de euros (y mucho es…). Los otros canales de rentabilización tampoco son la repanocha: el mercado del DVD ya se sabe que está en caída libre, por lo que la venta en este soporte apenas aportará cifras relevantes; sí es posible que se pueda rentabilizar en la etapa de exhibición televisiva, pero en el caso de “Ágora”, teniendo en cuenta que está producida por TeleCinco, el pago que se pueda hacer por su exhibición en esa cadena (que, lógicamente, cuenta con todos los derechos para ello) será cambiar el dinero de un bolsillo a otro de la chaqueta…
Así que, menos lobos, Caperucita, con el buen año del cine español en cuanto a recaudación. Es cierto que ha habido otros títulos de relevancia, como “Planet 51”, que ha recaudado en España algo más de 10 millones de euros; sin embargo, su presupuesto ha sido de 50 millones de euros, aunque en este caso la recaudación en USA, que se ha movido en torno a los 28 millones de euros, ayudará a amortizar medianamente el astronómico presupuesto.
En otros casos el éxito económico sí se puede asegurar: por ejemplo, en “Celda 211”, la grata sorpresa no sólo en términos dinerarios, sino, sobre todo, artísticos. El filme de Daniel Monzón, con un coste de 3 millones de euros, ha recaudado en el mercado español casi 9 millones de euros durante 2009, y es previsible que su estreno en otros países incremente esa cifra. Menos perspectivas para ello hay en “Spanish movie”, que ha recaudado casi 7 millones de euros, con un costo total de 4 millones, pero cuya distribución fuera de España es improbable, dado que se trata de una parodia de filmes españoles.
Un último comentario, a la vista de la larga lista de largometrajes producidos en España durante 2009 (185, recuerden): como ya hemos dicho otras veces, qué lejos están los artistas del cine español de su público; cuánta película hecha para (literalmente) cuatro gatos se ha quedado en los estantes de la distribuidora, cuando no de la productora; cuándo aprenderemos de, por ejemplo, nuestros vecinos franceses, quienes además de hacer un vigoroso cine artístico y cultural, tienen una poderosa industria cinematográfica que les permite, precisamente, contar con ese cine de experimentación, de compromiso, de búsqueda de caminos. Qué cerca están los Pirineos, pero qué lejos están nuestros cineastas de sus homólogos gabachos…