Enrique Colmena

En la primera parte de este artículo con forma de díptico, tomando como excusa el hecho de que se han cumplido en estos días doscientos años del nacimiento de Emily Brontë, hablábamos de la repercusión que la hermana mayor de las tres escritoras, Charlotte, había tenido en cine y televisión, fundamentalmente con su obra más popular, Jane Eyre, pero también con otras dos de las que escribió, Shirley y Villette, aunque estas han sido mucho menos versionadas.

En este segundo y último capítulo hablaremos de cómo cine y televisión ha versionado la obra de Emily y Anne Brontë, e incluso cómo también las tres hermanas y sus desgraciadas vidas se han llevado a la pantalla. Recuérdese que las tres murieron de tisis a edades tempranas, fueron preteridas en su vocación literaria por el mero hecho de ser mujeres, hasta el punto de tener que publicar sus novelas con pseudónimos masculinos, e incluso se vieron abocadas a sostener a su hermano Branwell, también artista (en este caso pictórico), aunque este pronto se dio a la bebida por un desengaño amoroso que le llevó la muerte.


Emily Brontë

Si Charlotte pudo escribir cuatro novelas y una quinta inacabada, gracias a vivir hasta los 38 años (todo un record en una familia en la que el resto de los hermanos Brontë, como mucho, alcanzó los 31), Emily, que solo vivió 30, nada más que le dio tiempo de plasmar su talento en una única novela, Cumbres borrascosas, y en algunos poemas que se conservan. Por tanto, las adaptaciones que de su obra se han hecho son, monográficamente, versiones de esa única novela, si bien es curioso que con un solo texto narrativo su incidencia en cine y televisión ha sido enorme: en efecto, hasta 50 títulos censa la IMDb hasta 2018 (y otro más en preparación), todas ellas adaptaciones de muy diversa laya, procedencia y nacionalidad, como veremos.

La primera versión que el cine hace de la novela de Emily será Wuthering Heights (1920), manteniendo el título original del texto brontëano, y se debe al cineasta inglés A.V. Bramble, que como hemos visto en el anterior capítulo, ya dirigió una de las adaptaciones que se hicieron de Shirley, una de las tres obras de Charlotte que tuvieron reflejo en las pantallas. Ese film de Bramble sobre el texto de Emily será el único que se ruede durante la época muda, pero el éxito de la segunda adaptación que se hizo, Cumbres borrascosas (1939), bajo la dirección del gran William Wyler y con Laurence Olivier como Heathcliff y Merle Oberon como Cathy (con ocho nominaciones al Oscar, aunque solo se llevó uno), hará que el interés por el texto de la escritora inglesa crezca de forma considerable.

Así, al año siguiente será Hong Kong quien llevará a la gran pantalla su versión sobre el clásico brontëano en Hun Gui Lihentian (1940). Durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta menudearán las adaptaciones del texto de Emily a series y dramáticos televisivos, en algunos casos con prestigiosos actores, como en la versión que el programa Studio One (precedente obvio del estupendo Estudio 1 de Televisión Española) le dedicó con el título de Wuthering Heights (1950), con Charlton Heston como Heathcliff. Pero no solo en Estados Unidos, que fue el país que más versionó la novela, se rodaron versiones de la obra de Emily, sino que incluso Italia lo hizo, en una miniserie televisiva con el título de Cime tempestose (1956), con un entonces jovencísimo Massimo Girotti (recordable en Teorema y en El último tango en París) como el personaje masculino principal.

Las dos ocasiones en las que el cine lleva a la pantalla la obra de la segunda de las hermanas Brontë durante las décadas de los cuarenta y cincuenta tendrán nacionalidades exóticas. Una será la mexicana Abismos de pasión (1954), dirigida por Luis Buñuel, con Jorge Mistral como Heathcliff (aquí llamado Alejandro) e Irasema Dilián como Cathy (aquí Catalina), un melodrama que el cineasta aragonés supo llevar a su terreno; y la otra será la hongkonesa Hun gui li hen tian (1957), con dirección de Tso Kea.

Como exóticas fueron algunas de las versiones televisivas que se hicieron durante los años sesenta, como la peruana Cumbres borrascosas (1963) o la mexicana de igual título grabada en 1964. No digamos entonces de la adaptación que el cine turco hizo del texto brontëano con el título de Ölmeyen ask (1966), con la dirección del veterano Metin Erksan, o la serie brasileña O morro dos ventos uivantes (1967). También Francia en esta década quiso aportar su visión sobre la novela en Les hauts de Hurlevent (1968), TV-movie que contaba como dato curioso con un jovencísimo Patrick Dewaere, que después sería una estrella en el cine galo.

Los años setenta continuarán con la diversidad de visiones de muy distinta procedencia de la novela de Emily. Así, en su país de origen, Reino Unido, se filma Wuthering Heights (1970), con dirección del interesante Robert Fuest (experto en cine de terror, por cierto...) y el protagonismo de Timothy Dalton como Heathcliff, que curiosamente haría trece años después el papel central de la otra gran obra brontëana (de Charlotte, en este caso), Jane Eyre, como hemos comentado en el anterior capítulo. Argentina también echa su cuarto a espadas sobre la novela de Emily, con el título de Cumbres borrascosas (1971), en el espacio televisivo dramático Las grandes novelas (similar al Estudio 1 español), y Brasil hace lo propio en la miniserie Vendaval (1973). El espacio de Televisión Española, Novela, como ya hizo con Jane Eyre, pone en escena Cumbres borrascosas (1974), con Julio Núñez como un convincente Heathcliff y una Lola Herrera como Cathy.

En los años ochenta encontramos dos versiones de la novela brontëana que son curiosas por distintos motivos: la francesa Hurlevent (1985) está basada solo en el primer capítulo de la novela, en una versión libérrima del gran Jacques Rivette, y en la otra su curiosidad radica en su exotismo: la japonesa Arashi ga oka (1988). Aunque para exotismo el de la versión con la que se abren los años noventa: nada menos que de Filipinas es Hihintayin kita sa langit (1991), dirigida por Carlos Siguion-Reyna, la muy libre versión hecha en la antigua colonia española, con ambientación actual y una muy “sui generis” interpretación de la trama. De ese tiempo es también una de las más entonadas versiones de los últimos años, con el título también de Wuthering Heights (1992), una coproducción anglo-norteamericana dirigida por Peter Kosminsky, con la pareja Ralph Fiennes-Juliette Binoche, de notable química, algunos años antes de que volvieran a coincidir en El paciente inglés (1996), que los puso en órbita.

Entre las varias versiones de la novela que encontramos antes de finalizar la década, el siglo y el milenio, citaremos por su exotismo la titulada Mastura (1998), una miniserie de televisión nada menos que malaya, que adapta al universo de aquel país de Extremo Oriente la tragedia de Heathcliff y Cathy.

El nuevo siglo se abre con una adaptación de la BBC, la televisión pública británica, ambientando el texto brontëano a la actualidad, bajo el título de Sparkhouse (2002), una miniserie con Joe McFadden y Sarah Smart en los papeles principales. Del resto de las distintas adaptaciones que durante la década de los años cero del siglo XXI se han hecho destacaremos, por su procedencia, Cime tempestose (2004), TV-movie italiana, The promise (2007), de nuevo una versión rodada por la cinematografía filipina, y la miniserie televisiva Wuthering Heights (2009), cuya peculiaridad no es que sea británica (nacionalidad que ha versionado en multitud de ocasiones la trama brontëana), sino el hecho de que el papel de Heathcliff lo interprete el entonces poco conocido Tom Hardy, con tremendo pelucón victoriano.

En la década de los años diez de este siglo XXI tendremos algunas curiosidades, aunque no sean de especial calidad: así, la británica Wuthering Heights (2011), dirigida por Andrea Arnold, se puede reputar como la primera adaptación interracial de la novela de Emily Brontë: Heathcliff es negro (James Howson) y Cathy blanca (Kaya Scodelario). Aunque para rareza el corto de animación Wuthering Heights (2017), dirigido por Shirin Ashtari, que resulta ser de nacionalidad... iraní.


Anne Brontë

La más joven de las tres hermanas Brontë (hablamos solo de las escritoras), Anne, murió con 29 años, también de tisis, como todos sus hermanos, escritores o no. En ese tiempo, a pesar de su condición de mujer (nefasta en aquella etapa victoriana para ser escritora), de la pobreza de la familia y de las enfermedades que la asolaron hasta matarla a tan temprana edad, Anne pudo escribir dos novelas, Agnes Grey y la muy controvertida en su momento (por ser una historia tan avanzada que no podía ser concebida por la prejuiciosa moral de aquel tiempo) La inquilina de Wildfell Hall.

Pero aunque ambas novelas son actualmente muy apreciadas por los expertos, lo cierto es que su repercusión en las pantallas ha sido muy escasa. Solo tres versiones censamos en el conjunto de ambas obras literarias. Curiosamente de Agnes Grey la única adaptación a la pantalla es española: se grabó en el imprescindible espacio dramático Novela, de Televisión Española, con el título de Diario de una institutriz (1973), y contaba en el reparto con Emilio Gutiérrez Caba, Amparo Pamplona y una jovencísima Victoria Vera.

En cuanto a la segunda novela de Anne, la primera versión que encontramos es la que realizó la BBC británica en una miniserie, The Tenant of Wildfell Hall (1968), con la precozmente malograda Janet Munro al frente del elenco artístico. La segunda vez que la novela se llevó a la pantalla sería ya casi al finalizar el siglo, de nuevo con producción de la BBC, en una miniserie titulada como la obra literaria, The Tenant of Wildfell Hall (1996), con Toby Stephens y Tara Fitzgerald en los papeles principales.


La vida de las hermanas Brontë en la pantalla

Aparte de las adaptaciones de sus obras, lo cierto es que la vida de Charlotte, Emily y Anne ha sido llevada, de diversas formas, al cine y, sobre todo, a la televisión. En cine seguramente el biopic más famoso es el que hizo el francés André Téchiné en Las hermanas Brontë (1979), con tres grandes actrices galas en los papeles de las tres escritoras: Isabelle Adjani (Emily), Marie-France Pisier (Charlotte) e Isabelle Huppert (Anne). También el cine norteamericano se ha interesado por la vida y obra de las hermanas, como hizo Curtis Bernhardt en Predilección (La vida de las hermanas Brontë) (1946), con Ida Lupino, Olivia de Havilland y Nancy Coleman como las escritoras, y Delbert Mann en Brontë (1983), con Julie Harris como Charlotte.

Pero la televisión ha sido el formato más utilizado para aproximar al espectador a la figura de las hermanas, y dentro de las televisiones, la que más juego ha dado ha sido, como cabía esperar, la británica BBC, que ha llevado su vida a la pantalla pequeña en, entre otras, la miniserie The Brontes (1947), las TV-movie The Brontë family (1951) e In search of the Brontës (2003), el documental Being the Brontës (2016), el episodio The Brontes at Hatworth (1979) y la serie To walk invisible: The Brontë sisters (2016). Hasta tal punto ha sido la recurrencia de la BBC a la vida y la obra de las tres escritoras que recientemente se grabó un estudio de las adaptaciones que la cadena de televisión británica ha hecho sobre los textos y las existencias de las hermanas, entre 1956 y 2006, en el documental The Brontes at BBC (2016).

Pero también la muy inglesa Granada Television se interesó por la azarosa vida de las hermanas, a las que llevó a la pantalla en su miniserie The Brontes of Haworth (1973), y la no menos británica Channel 4 haría un documental sobre los lugares en los que vivieron Charlotte, Emily y Anne en Bronte Country (2010).


Ilustración: Laurence Olivier y Merle Oberon en una imagen del clásico Cumbres borrascosas (1939), de William Wyler, sobre la novela de Emily Brontë.