Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo Bajo Demanda (VoD).
Alicia West es una novata policía de color que hace unas semanas que ha llegado a la comisaría de Nueva Orleans, su ciudad natal, en cuyo cementerio tiene enterrada a su madre. Un día, tras un turno con Kevin, surge una sustitución para la ronda de noche y le toca a este compañero, que tiene un compromiso familiar y ella lo sustituye, para hacerlo con el oficial Brown. Durante la ronda, éste se acerca a una factoría en ruina para hablar, según dice, con un confidente, y le pide que se quede en el coche patrulla. Al oír un disparo Alicia acude y ve cómo Terry Malone y Smitty, agentes corruptos de Narcóticos, asesinan a dos camellos, lo que ha sido grabado con la pequeña cámara que lleva junto al intercomunicador, y se convierte en la presa a cazar para quitarle una prueba incriminatoria tan evidente.
Esto no es más que el comienzo de una complicada huida de Alicia por un barrio de gente de color al que la policía no acude por más llamadas que reciba, si no es de algún agente, ya que no son muy bien recibidos en ese lugar dominado por Darius, el capo de la droga local, donde los traficantes y policías corruptos se reparten los alijos de estupefacientes que entran en la ciudad. Únicamente cuenta Alicia con un empleado del supermercado, al que llaman Mouse, que le ayuda a escapar de los criminales que tratan de conseguir la cámara que los delata.
Últimamente estamos viendo algunos policíacos de Netflix que son bastante potables, con guiones bien coordinados, con personajes perfectamente definidos y encajados dentro de la trama que son interesantes, manteniendo la atención del espectador, como ocurre con el escrito por el británico Peter A. Dowling, cuyo título se refiere al color de los uniformes y el de los habitantes, cuya trama apenas sale del barrio o de la comisaría de policía, como escenarios mínimos, con varios tiroteos y sin efectos especiales.
Tampoco tiene necesidad de espectaculares persecuciones automovilísticas, sólo es la búsqueda de Alicia, andando por el entorno donde se cometieron los crímenes, teniendo que burlar a los propios compañeros al no saber quiénes de ellos están metidos en el asunto. Por otra parte hay rivalidad entre las bandas que se disputan el dominio del barrio y la posesión de la droga.
Entre tanto la novata pero honrada Alicia, tratará de reafirmar su valía ante sus nuevos compañeros y demostrar su identidad como mujer de color que no por ser de esa raza denuncie a dos agentes criminales y corruptos blancos, ya que ni los propios negros del barrio le ayudan, al contrario, desean que se vaya de allí por ser policía, y por tanto enemiga.
El mayor peso de la interpretación recae en el buen trabajo de Naomie Harris en el papel de Alicia, que está todo el tiempo en pantalla junto, en algunos momentos, a Tyrese Gibson como Mouse.
A pesar de tener una decena de títulos en su haber, no conocíamos ninguno de Deon Taylor, director de color, que hace aquí un trabajo sólidamente elaborado, como un profesional con más veteranía y experiencia, con ideas innovadoras, del que nos gustaría ver más films suyos.
La ágil cámara de Dante Spinotti obtiene una buena resolución fotográfica a pesar de que buena parte es con persecuciones andando sin que por ello vibre la imagen, ni resulte mareante.
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