Coco

John Lasseter, como productor de Pixar, vuelve a acertar con esta nueva película de animación, que es un homenaje a la cultura, el folclore mexicano y el Día de los Muertos, con una historia que ensalza los valores familiares y propone recordar a los seres queridos con alegría. Se celebra en noviembre, conserva tradiciones familiares españolas y en cada casa ponen un altar con las fotos de los familiares fallecidos que indica que no han sido olvidados para que sus espíritus regresen a la tierra.

Es la historia de Miguel Rivera, un niño mexicano de 12 años, que vive en un pueblecito de México, cuyo sueño es la música y tocar la guitarra, pese a la oposición de su familia, y seguir los pasos de su cantante favorito, el fallecido Ernesto de la Cruz. La festividad del Día de los Muertos sirve como telón de fondo para que Miguel se pregunte de dónde viene, cuál es su lugar dentro de su familia y cómo se han desarrollado las relaciones con los suyos a través del tiempo. En su familia de zapateros la música está prohibida desde que su tatarabuelo los abandonó, no obstante Miguel sueña con ser un músico consumado, demostrando con todas sus fuerzas su talento, y emprende un viaje que acaba en la colorista Tierra de los Muertos, donde sucederán unos hechos extraordinarios relacionados con un misterio centenario. A lo largo del camino conoce a Héctor y juntos emprenderán un viaje para desvelar la verdad de la historia de los antepasados de Miguel que le marcarán su futuro.

Esta fantástica historia sobre el carácter perdurable del amor a la familia y el recuerdo a los que ya no están, se abre con un prólogo que ofrece información en unas pocas imágenes y empieza como un film de aventuras, pero en los metros finales contiene escenas visualmente brillantes, aunque el tema no es original ya que antes fue tratado en El libro de la vida (2014), de Jorge R. Gutiérrez, producido por Guillermo del Toro, también de animación, que pasó desapercibido. Éste en cambio tiene el mensaje de que la familia es lo primero, con una narración que es un canto a la diferencia y un camino hacia la iniciación, la verdad y el sentido de la justicia, y recuerda temas universales como el amor a la familia y el calor del hogar que forman parte de todas las culturas.

Cuenta la historia de manera auténtica, cuya tesis consiste en que los espíritus de los muertos vuelvan a casa para estar con los suyos. A lo largo de la trama hay referencias a mexicanos famosos como Frida Kahlo, Santo el enmascarado de plata, etc. Cinta prodigiosa en la animación del niño, con una gran expresividad, y la de Coco, que es el nombre de la abuela de Miguel, que es primordial en la acción, con personajes entrañables.

Tiene una variada banda sonora original de Michael Giacchino, que incluye distintos ritmos mexicanos cuyos momentos musicales intensifican las emociones de una forma entretenida.

Una bella historia de superación, de amor a la cultura mexicana en todos los sentidos, no sólo a los seres desaparecidos que se recuerdan cada año en un día de alegría y nos hace ver que cuando morimos realmente es cuando somos olvidados. Es un prodigio de animación la representación del mundo de los muertos con el ritmo y la emotividad que requiere la narración, con un guion muy trabajado y con unos giros argumentales que hacen que no se pierda el interés en ningún momento. En México es la película más vista de toda su historia.