Esta película se pudo ver en la Sección Oficial a Concurso del Sevilla Festival de Cine Europeo 2006.
Antes de ver esta película suiza, Comme des voleurs, nos temíamos lo peor: está firmada por Lionel Baier, del que vimos hace unos años su anterior filme, Garçon stupide, de incomestible fatuidad; el comienzo parece confirmarlo, con un chico helvético que se siente polaco porque su ¡bisabuelo! lo era, en una historia con visos de marcianada.
Menos mal que, gracias a un arrebato de su hermana, ambos viajan a Polonia, donde, además de encontrar sus raíces (ese bisabuelo que resulta ser un jinete polaco, como la novela de Antonio Muñoz Molina), experimentarán la sensación de ir a una “terra incognita” donde de nada les sirven sus pasaportes de ricos europeos. Es como un viaje al Oeste Americano, que es lo que viene a ser, para los acomodados occidentales, los países allende el antiguo Telón de Acero. Es cierto que peca de un narcisismo epatante (el director es a la vez protagonista, y su personaje lleva su mismo nombre), pero el conjunto es interesante, con dos desorientados “petit suisse” (nunca mejor dicho…) en la gris, cenicienta Varsovia postcomunista.
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