Emma Stein es una chica joven, estudiante, que un día conoce a Ethan Carpenter, uno de los jugadores líder del equipo de fútbol americano del instituto, que se ofrece a darle clases de matemáticas, del que con el tiempo pasa de la amistad a enamorarse. Inesperadamente en un primer acto amoroso se queda embarazada, y su madre le aconseja abortar, pero él le pide que desista y le promete que le ayudará si no sigue adelante.
Los padres de Ethan son muy religiosos y por supuesto están en contra del aborto y le cuentan un secreto que tenían al respecto que nunca se lo habían dicho. Para evitar que se realice el aborto, Ethan presenta una demanda en los tribunales, ayudado por un abogado experto en el tema que dio una charla en la iglesia a la que asisten los padres, y la presenta acogiéndose al derecho de Ethan a defender la vida de su hijo.
El hecho llega a la opinión pública y todos los medios de difusión se hacen eco del caso de si el futuro bebé tiene los derechos inalienables que se citan en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
El título Cuestión de derechos (2020) se refiere al orden en que se deben aplicar los mismos: vida, libertad y búsqueda de la felicidad.
Esta producción pertenece al género de películas religiosas norteamericanas que últimamente nos están llegando a las carteleras españolas, que nos presentan casos como el que nos ofrece este film, que resulta más interesante por lo que se nos plantea que por los posibles valores cinematográficos que tenga.
El guion plantea una historia de ficción pero con una base real, y se pueden distinguir en él dos mitades bien diferenciadas, una primera con el conocimiento de la pareja protagonista hasta que aparece el problema y la duda acerca de cuál debe ser la resolución del mismo, y ahí comienza la segunda parte con el juicio sobre la actitud de las dos familias en litigio que no se ponen de acuerdo.
Se trata de dilucidar de si el bebé en el vientre de la madre es una persona humana y su derecho a la vida y por otra parte la libertad de la mujer de hacer lo que desee con su cuerpo, en lo que le ampara la ley en su derecho a abortar.
Por otra parte se cita el caso de que si se mata a una mujer embarazada se considera cometer un doble crimen, luego ahí pensamos que está la solución y al mismo tiempo la contradicción de la ley que admite la legalidad del aborto y con ello mata al feto que por otro lado considera persona humana. El suspense está en saber cuál será la solución en el veredicto del juicio y en la actitud final de la pareja. Es una cinta con una temática muy interesante digna de discutirse en un cineforum.
El cineasta norteamericano James Ball es el encargado de dirigir este tema con el que debuta en la realización de un largometraje del que también ha escrito el guion en colaboración con Richard Cutting, en el que se inventa la interesante trama planteada de forma un tanto original desde un punto de vista cristiano, basado en el derecho del no nato amparándose en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
El primerizo James Ball hace una realización monótona, acudiendo siempre al cierre en negro para pasar de una escena a otra. La interpretación del reparto resulta algo irregular, lo que no quita interés al tema.
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