Diario de una camarera

--Rabour: …Vamos, ande… que les vea yo moverse un poco a esos pequeños botines… que les vea vivir.

(Celestine va del despacho a la puerta y vuelve)

(Del guión del film)

Las obras de la literatura clásica han sido adaptadas al cine, primero mudo, luego sonoro, bajo distintas formulaciones según ideologías o estilos del director. Tal es el caso de Le journal d'une femme de chambre, de Octave Mirbeau, realizada por Jean Renoir en 1946 y por Luis Buñuel en 1964; ambos hicieron los respectivos rodajes fuera de su patria, lo que acaso supuso un hándicap para el primero y una ventaja para el segundo.

En efecto, el cineasta francés, que tenía hecha la adaptación desde hacía diez años, sólo encontró oportunidad de rodarla en Hollywood, lo que motivó que ambientación y actores estuvieran algo alejados de un auténtico "espíritu francés" y que la improvisación --declarado por el propio Renoir-- fuera la nota dominante de un rodaje americano. Por su parte, Buñuel, aragonés astuto, conocedor de la Francia de los años treinta, con la experiencia casera de su revulsivo cine mejicano y apoyándose en adaptadores, técnicos y actores que le responden, adelanta unos años la acción de la novela original, y lo que en ésta se presenta como actividad de la Action Française en reacción contra el caso Dreyfus, en el film responde a la actuación de las ligas fascistas y antisemitas sobre las que el cineasta descarga sus iras, no tanto por su liberalismo como por vengar la prohibición que aquéllas impusieron a su entonces reciente La edad de oro. Sobre este ambiente político, del que Joseph es la figura representativa, el realizador dibuja un contexto social personificado en cada uno de los componentes de la familia burguesa, y de la que Celestine –muy “gentil” para Renoir, más austera para Buñuel— resulta pieza clave. El final de su itinerario también será diferente: hacia la felicidad del brazo de Georges, para uno; tras un matrimonio de conveniencia pero consciente de su oportunismo, para otro.

(Este comentario crítico se publicó con ocasión de la proyección de esta película en el Cine club Vida de Sevilla el 8 de abril de 1972).