Dos elementos han hecho posible que se haya realizado esta película. Uno, el hecho de haber caído esta historia real en manos de un médico como George Miller, convertido en director por la fascinación que el cine le causó en su día. Y la segunda el éxito que este realizador obtuviera con su trilogía de Mad max y Las brujas de Eastwick, que hicieron que los grandes estudios confiaran en él, como también lo hicieron los Odone, Augusto y Micaela, cuando les propusieron llevar al cine la historia de su hijo, un pequeño de cinco años afectado de adrenoleucodistrofia (ALD), enfermedad transmitida por las madres a sus hijos varones a través del cromosoma X que ataca a la sustancia blanca del cerebro, las glándulas suprarrenales, produciendo en la sangre y fluidos orgánicos ácidos grasos de cadenas largas que atacan a la mielina de los nervios, provocando parálisis total y muerte en el plazo de dos años.
Cuando en 1983 los médicos detectaron la enfermedad en Lorenzo, sus padres, ella lingüista y él economista, suplieron su desconocimiento de la enfermedad con horas de biblioteca y tesón y lograron incluso reunir a un buen número de médicos y científicos que investigaban la enfermedad para encontrar un remedio contra la misma, lo que hallaron a base de sentido común en un tratamiento derivado del aceite de colza.
El film es la historia del tesón y fuerza de voluntad extraordinaria que resultaría increíble si no se tratara de un hecho real. Lorenzo vive hoy gracias a sus padres, tiene 14 años y es feliz por la mejoría de su mal. El guión se centra fundamentalmente en la lucha titánica de estos padres, que no pierden nunca la fe y con la esperanza puesta en encontrar el remedio que buscan con la ayuda de Dios o la casualidad, ya que por su desconocimiento no sería posible de otra forma.
En este sentido el film resulta muy americano, ya que nada resulta allí imposible para el individuo, aunque tenga que enfrentarse contra toda la sociedad, en este caso investigadores y médicos, a los que no falta la crítica en este sentido sobre su acomodamiento o anteposición de intereses particulares en contra de la colectividad afectada, e incluso del propio gobierno que no ayuda en estos casos.
El guión estuvo nominado al Oscar, así como la interpretación de Susan Sarandon, que incorpora a la madre, de origen irlandés, quien no se arredra ante nada por salvar la vida de su hijo. Y junto a ella Nick Nolte, en el papel de padre, un inquieto italiano. El film, a pesar de su larga duración, se ve bien gracias al ritmo impreso a las escenas por la dirección de George Miller, que cuenta también con el buen trabajo de Peter Ustinov, en un estupendo papel secundario.
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