La película "Viernes 13" inauguró una nefasta serie dentro del género de terror, en el que el único supuesto aliciente es imaginar formas cada vez más sádicas y crueles de asesinar a, generalmente, jovencitos de cascos ligeros. Aquella serie puso de moda los asesinos psicópatas, que ya tenían antecedentes ilustres, desde "M, el vampiro de Dusseldorf" hasta el Norman Bates de "Psicosis", pero que encontraban el paradigma de la maldad en el sangriento Jason que la protagonizaba. Por supuesto, como suele ocurrir en estos casos, otros muchos imitaron las normas impuestas por "Viernes 13", y la nómina de filmes con "psychokillers", asesinos dementes, siempre un punto demoníacos, es interminable.
A esa ignominiosa nómina pertenece este "El asesino de Rosemary", en el que se introduce un elemento relativamente nuevo, la cualidad de ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial del asesino de marras. Durante la (inevitable...) fiesta de graduación de un centro de bachillerato, una parejita es masacrada por un hombre vestido de militar, que deja como única tarjeta de visita una rosa. Joseph Zito es conocido como autor de filmes ferozmente anticomunistas, como "Desaparecido en combate" y "Red Skorpion", y si talento para hacer cine es sencillamente nulo.
En un papel secundario pero interesante, entre la habitual barahúnda de jovenzuelos a asesinar, aparece Farley Granger, el actor de "Extraños en un tren" y "La soga", ambas de Hitchcock, un hombre que supo expresar con gran habilidad caracteres de apocamiento, debilidad o duda, sin duda un peso pesado entre tanto acné.
El asesino de Rosemary -
by Enrique Colmena,
Nov 23, 2004
1 /
5 stars
Ignominiosa nómina
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