Jack (2014)

Jack tiene diez años, pero cuida de sí mismo y de su hermano pequeño Manuel, mientras que su irresponsable madre trabaja de día y sale por las noches a divertirse en fiestas donde corre el alcohol y las drogas y no hace frente a sus deberes como madre soltera, hasta que un día un accidente doméstico hace que envíen a Jack a un centro de los Servicios Sociales. Allí es objetivo de bullying, apenas tiene amigos y algunos niños son maltratados sin que los cuidadores hagan mucho caso. Cuando llegan las vacaciones y su madre no va a buscarlo, decide escaparse, recoger a su hermano y emprender juntos su búsqueda por toda la ciudad durante tres días con sus noches.

Ese vagabundeo de los dos pequeños por las calles berlinesas escondiéndose de la policía, durmiendo en los parques o coches abandonados, nos hace pensar en otras películas cuyos protagonistas encarnaban obras de Charles Dickens, aunque trasladado su argumento a la actualidad y sin que aquí los pequeños se dediquen a robar para subsistir en su soledad, salvo unos azucarillos o unos prismáticos para un amigo.

El film es una historia sencilla acerca de esa madre inmadura, irresponsable, inconsciente, sin remedio, y el amor incondicional de su hijo, sobre la que la sociedad actúa tarde y mal con su conducta. La condena hacia ese comportamiento queda fuera de las imágenes pero se desprende de las mismas. De la cinta se obtiene un mensaje pesimista y realista en esta dolorosa historia que invita a reflexionar.

El guion, escrito por el director con su esposa, Nele Mueller-Stöfen, descarga todo el peso en el pequeño actor Ivo Pietzcker, que hace un soberbio trabajo reflejando en su impenetrable rostro estar en contra de las malas compañías sexuales de su madre o la ilusión de hallarla a ella, pero también el reproche de que les muestre un cariño más bien fingido, cuando la verdad es que no les presta la debida atención, ni cumple como una madre, de ahí su reacción final, mientras él lo hace con su hermanito tiernamente, como si fuera el padre que no tienen, con madurez y responsabilidad a pesar de sus pocos años.

Aunque sus imágenes muestren cierta reiteración en el deambular de Jack, en secuencias de largos planos de varios minutos, sin cortes ni manipulación, sin embargo resulta muy entretenida esta aventura de los dos pequeños, bien interpretada por ambos, en esta crónica del desamparo que sufren ambos, sin caer en el melodrama ni en el sentimentalismo fácil.

Un nuevo largometraje del director suizo afincado en Alemania, Edward Berger, formado en la Universidad de Nueva York, que hace aquí una buena labor en el manejo de los dos niños, que actúan de forma muy natural, siendo protagonistas absolutos en su viaje a ninguna parte.