Jugando con fuego

CINE EN SALAS

Mathieu es un marido que lleva una vida tranquila con Juliette, su esposa, mientras tiene una gran amistad con su mejor amigo Vincent. Un día, mientras la pareja está tranquila en casa, entra alguien a robar con una pistola que apunta a Mathieu y en ese momento llega Vincent, reduce al ladrón y le salva la vida.

Mathieu entra a trabajar en la empresa de arquitectura de Vincent, lo que hace que se convierta en una de las grandes promotoras inmobiliarias y ambos propietarios progresen. La lealtad de Mathieu con respecto a su amigo Vincent es puesta a prueba cuando descubre que tiene una amante, Elsa. Un día mientras Mathieu intenta arreglar las cosas con la amante de Vincent, se enamora también de ella. A partir de aquí las relaciones con Juliette no van como antes, ya que empieza a odiar a Vincent por la unión que tiene con Elsa.

Vincent recapacita que su actitud no es la correcta con respecto a su esposa y deja de ver a Elsa, con lo que desde ese momento las dos parejas, Mathieu y Juliette, y Vincent y Delphine, volverán a ser felices.

La película entra en su parte final en una especie de thriller, como al principio, debido a unos hechos, que no vamos a enumerar, en los que se ve implicado uno de los miembros de una de las parejas, lo que dejamos en el suspense a descubrir.

El film trata de demostrar cómo la entrada en esas relaciones de una quinta persona pone en juego la felicidad de los dos matrimonios, ya que comienzan los celos, las infidelidades, el adulterio, e incluso se puede llegar a hechos mayores e inculpatorios que pueden romper la pareja.

Esta es la nueva cinta del actor y director israelí afincado en el cine francés Yvan Attal, que es pareja de la actriz Charlotte Gaingsbourg, suponiendo su octavo largometraje, cuyo guion se basa en la obra de teatro Ball-Trap, escrita por Eric Assous, que ha sido libremente adaptada por Yaël Langmann y el propio Yvan Attal, que también es protagonista.

La historia está llevada a buen ritmo, ayudada por la banda sonora, y aunque hay momentos que puedan ser un poco predecibles, sin embargo el relato tiene interés, lo que hace que logre entretener al espectador.

A ello se une el buen trabajo de los cuatro actores que componen las dos parejas, compuestas por Yvan Attal, Marie-Josée Croze, Guillaume Canet y Maïwenn. Por su parte, el elemento que provoca la discordia, Elsa, está interpretada por Alma Jodorowsky, un apellido muy cinematográfico, ya que se trata de la nieta del director Alejandro Jodorowsky. En el reparto también interviene Victor Belmondo, nieto de Jean-Paul Belmondo.

Se agradece que en este caso la historia esté contada en poco menos de hora y media, lo que también hace que no se estanque en situaciones innecesarias, sino que se vaya al grano, a lo importante de la historia.