Las hijas del Reich

La acción transcurre en el verano de 1939 y lo que nos cuenta es la historia de la exclusiva escuela inglesa para señoritas alemanas en la que aprenden el idioma y los buenos modales para  saber cómo comportarse en sociedad y educarse según el ideal de la mujer germana, siempre bajo la ideología nazi. Está situada en Bexhill on Sea, en la costa sur de Inglaterra, en los momentos previos a la Segunda Guerra Mundial, en donde se desarrolla este thriller de época que se inspira en la trayectoria seguida por el elitista Augusta Victoria College, una institución para chicas donde estudian unas jóvenes alemanas pertenecientes a influyentes familias o hijas de altos mandos del gobierno nazi durante la década de 1930.

Allí entra a trabajar como profesor de literatura inglesa, Thomas Miller, admitido por la directora de la misma, la señora Rocholl, a la que ayuda su asistente la señorita Ilse Keller, que también da clases entre otras materias de gimnasia y de canto. Va a cubrir el puesto del anterior profesor que ha desaparecido, siendo encontrado poco tiempo después ahogado en la playa debido a un supuesto suicidio, según las autoridades, lo que hará temblar los cimientos de la veterana institución y su prestigio se verá comprometido.

Miller en realidad es un miembro de la inteligencia inglesa infiltrado como tal para vigilar lo que se cuece entre los muros de la famosa residencia, donde tanto las estudiantes alemanas como las mujeres que rigen el centro son vistas con malos ojos por el gobierno británico, en unos momentos en los que la relación entre Inglaterra y Alemania se tambalea.

El argumento, basado en hechos reales, gira alrededor de lo que tuvieron que vivir las alumnas y las profesoras en un guion escrito por el director Andy Goddard, el protagonista Eddie Izzard y Celyn Jones, que también tiene un pequeño papel en el reparto.

Película de espionaje ambientada en los albores de la Segunda Guerra Mundial, que posee una base muy diferente a la que suelen tener las producciones de este género, transcurriendo de forma bastante plácida en la primera parte, mientras vamos conociendo a los ambiguos personajes y se va planteando lo que realmente late en el fondo de esta historia, mientras que es en la segunda mitad cuando hace presencia la acción en algunas escenas que le dan un poco de suspense y emoción en determinados momentos.

Seis minutos para la medianoche, además de ser la traducción del título original de este film, es la contraseña con la que se identifican los agentes de inteligencia con la central del espionaje británico.

Al frente del reparto está la veterana actriz Judi Dench, como la directora de la casa, aunque el protagonismo corresponde a Eddie Izzard en el personaje del profesor y en un papel más secundario otro veterano como Jim Broadbent encarnando a Charlie, el conductor del autobús.

La dirección corresponde a Andy Goddard, quien conduce con artesanal oficio esta cinta con trama de espionaje y un tenso thriller histórico con maquinaciones políticas, con lo que el realizador se sale así de sus habituales trabajos televisivos para hacer su segundo largometraje en cine, tras rodar cuatro cortos, varias TV-movies y más de dos docenas de series con las que ha adquirido un buen manejo de actores y del medio en general, logrando una producción más que aceptable, contada por derecho, que mantiene la atención del espectador sin pestañear ni un momento.