Esta semana nos llega la última producción de Léa Mysius Los cinco diablos (2022), un título del que el espectador tal vez espera otra cosa y es simplemente el nombre del club deportivo de la pequeña localidad de los Alpes en la que acontece esta historia.
Vicky es una niña mestiza, de ocho años, solitaria, que tiene un don especial para los olores debido a un olfato muy agudo que puede reproducir cualquier aroma que le guste y lo recoge en unos frascos que guarda en su cuarto etiquetados. Vive con su madre Joanne, de raza blanca, profesora de natación, y su padre Jimmie, de color, bombero, que lucha por conservar su hogar y unida su familia.
Cuando Julia, la hermana menor de Jimmie, llega un día a esa casa, tras cumplir condena, no agrada a Joanne, que le pide a su marido que se vaya, ya que le trae el recuerdo de algo violento ocurrido hace diez años y a la niña tampoco le cae bien. Vicky sufre los ataques de sus compañeras de clase y Joanna empieza una relación lésbica con Julia, que cambia el signo de esta historia. La historia se decanta por los afectos entre las tres mujeres, mientras el padre queda al margen hasta la solución final.
Léa Mysius proviene del campo del guion, terreno en el que ha trabajado para algunos de los más destacados directores del cine francés, y ahora lo hace ya como realizadora, sin que por ello haya dejado de escribir esta historia, esta vez en colaboración con el director de fotografía Paul Guilhaume.
Aquí además toca, aunque sea de pasada, el tema del bullying escolar, el racismo, la homofobia, la bisexualidad, las relaciones familiares entre padres e hijos, la nostalgia de tiempos pasados, la libertad sexual, el amor aunque no sea por los cauces naturales, y la ocasión de las segundas oportunidades. Todos estos temas no acaban de estar desarrollados en su conjunto, en este tercer largometraje de la directora francesa, segundo que lleva a cabo ella sola, pero son tantos que es casi imposible abarcarlos todos y se queda a mitad de camino.
El papel principal de la madre de la chiquilla lo detenta la actriz Adèle Exarchopoulos, a la que recordarán de La vida de Adèle (2013), mientras que la pequeña está interpretada por Sally Dramé, que se desenvuelve de una manera muy natural en su papel para ser su debut en la pantalla.
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