Medidas extraordinarias

Harrison Ford, en calidad de actor y productor, vino a España para promocionar esta película puesto que su estreno americano fue flojo y viéndola se explica su escaso éxito. Está inspirada en la historia real de John Crowley, que fue recogida por la escritora Geeta Anand en su libro The Cure.

Cuenta la odisea de un padre de familia con tres hijos, dos de los pequeños, Megan de ocho años y Patrick de seis, tienen la enfermedad de Pompe, en la que, debido a la ausencia de una enzima, se atrofian los músculos y los órganos internos no crecen al compás que el resto del cuerpo, por lo que las personas afectadas están postrados en sillas de rueda. Los pequeños que la padecen no suelen pasar de los ocho o nueve años de vida y si lo logran la recuperación llega a ser bastante prolongada. Crowley se empeña en curar a sus hijos acudiendo para ello a Robert Stonehill, un científico con mal carácter, que vive aislado en Nebraska y que investiga en ese campo, al que ayudará en su trabajo por hallar el remedio. Tiene que luchar además contra la industria farmacéutica, que pone reparos en el lanzamiento del nuevo medicamento, ya que ésta lo único que quiere son resultados sin tener en cuenta muchas veces que lo que hay detrás de los números son las vidas de muchos seres humanos y más si como es el caso se trata de niños.

Tal vez el fracaso del film en Estados Unidos se deba a que es una enfermedad poco conocida, que se da en un grupo pequeño de enfermos, por lo que no interesa a muchos espectadores. Además, su desarrollo es árido debido a las explicaciones científicas, lo que hace que le cueste más llegar al público. Tampoco se incide demasiado en el drama de los niños y de la propia familia. Aunque su historia es apasionante, sin embargo no emociona debido a que su puesta en escena está llevada a cabo por un director como Tom Vaughan, que viene de hacer una alocada comedia como Algo pasa en Las Vegas y es por lo demás poco experto en el melodrama, que resuelve aquí sin demasiada convicción.

En el guión se exponen temas como el tesón personal del padre por salvar la vida de sus hijos, y el empeño en lograr lo que se propone, aunque sea a costa de sacrificarse para vencer las dificultades cuando las circunstancias son adversas, aferrándose a la esperanza a pesar del pesimismo mostrado por los médicos. Destaca el duelo entre los dos actores principales, del que sale ganando Harrison Ford ante un poco expresivo Brendan Fraser que lleva el peso de una cinta que al menos resulta entretenida.