El tema del divorcio y sus consecuencias se ha tratado profusamente en las pantallas, una veces en tono de comedia y otras en el drama, como es las consecuencias que nacen de ello, por el trauma que se origina en los miembros de la pareja y por las víctimas inocentes que son los hijos, que más sufren con las separaciones y la pelea que se entabla entre los esposos por quedarse con la custodia. A pesar de que en ocasiones no sean traumáticas y se hagan de mutuo acuerdo, siempre siguen siendo los menores los que sufren los días de visitas y las estancias en uno u otro hogar, los regalos para conquistarlos y ponerlos en contra del rival.
Aquí se trata un caso no muy habitual, en el que los componentes de la pareja son Beale, comerciante de arte, y Susanna, una bohemia cantante de rock venida a menos que como madre deja que desear. El primero tiene que viajar por su negocio y ella por las giras del grupo en el que actúa. Tras el divorcio el padre se casa con Margo, la cuidadora de la niña, a la que acaba abandonando y se va a Londres y la madre también se vuelve a casar, con su amigo Lincoln, un camarero, y se marcha en una larga gira. Los tribunales le dan la custodia al padre, con prolongadas visitas con la madre.
Ambos, egoístas, tienen abandonada a su hija Maisie a la que dejan con frecuencia con los nuevos cónyuges que acabará encariñándose con las nuevas parejas de sus padres, en lugar de traumatizarse con las peleas y discusiones de sus progenitores. Maisie es una niña de seis años que se lleva bien con los cuatro componentes de este lío, a la que ponen en la tesitura de decidir con quien quedarse. La película deja abierto el final con el interrogante de si es legal la solución provisional que se da a la historia.
Scott McGehee y David Siegel, directores de En lo más profundo (2001) y La huella del silencio (2005), dos dramas familiares, hacen ahora este otro bastante sólido realizado con ternura e inteligencia sobre el divorcio y la lucha por quedarse con su hija Maisie, que es la más perjudicada con la separación, llevando bien el relato sin caer en sentimentalismos.
El guion de la debutante Nancy Doyne, en colaboración con Carroll Cartwright, se basa en la novela breve de literatura victoriana Lo que Maisie sabía, del escritor norteamericano Henry James, publicada en 1897, que trata de la sorprendente solución que se le daba en el siglo XIX a la custodia compartida.
El libro ha sido adaptado a la actualidad y trasladada la acción a Nueva York, lo que demuestra que es un problema no de hoy sino de hace mucho tiempo atrás, que lo provocan unos padres inmaduros y egoístas que toman a Maisie como piedra arrojadiza contra sus rencores a la hora del divorcio y de la custodia, mientras ella encuentra más cariño en sus responsables padrastros y en la nueva pareja que forma ocasionalmente Lincoln y Margot.
Es una historia de una relativa dureza, en la que Maisie se erige en centro y eje, lo que obliga a la pequeña debutante Onata Aprile, todo un descubrimiento, a un gran trabajo interpretativo, ya que está la mayor parte del tiempo en pantalla como testigo mudo de las duras discusiones de los adultos.
Junto a ella destaca Julianne Moore en un papel desagradecido de una madre que finge dar gran cariño a su hija luchando por su custodia, pero que después no se lo demuestra, abandonándola con frecuencia. La pareja formada por los jóvenes Joanna Vanderham y Alexander Skarsgard aportan humanidad a sus personajes.
Lo más interesante es la relación que se establece entre los elementos de este drama y la combinación de parejas que no suele ser la más frecuente.
Premio de honor al mejor reparto en el Festival de Newport Beach 2013.
¿Qué hacemos con Maisie? -
by Francisco Casado López,
Feb 20, 2014
2 /
5 stars
Las víctimas los hijos
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