Para su primer largometraje como director, Tom Kalin ha elegido hacer lo que mejor sabe, puesto que hasta aquí lo único que había hecho en cine eran documentales y cortometrajes en cine y vídeo.
Con Swoon, palabra que se podría traducir como Desvanecimiento, recrea un horrendo crimen sucedido en mayo de 1924, en Chicago, en el que Richard Loeb y Nathan Leopold secuestran y asesinan a sangre fría a un niño. Al no ser profesionales del crimen dejan las suficientes pistas como para que la policía les dé captura rápidamente, siendo condenados a 99 años de cárcel. Richard fue asesinado en la misma prisión por un obseso sexual y Nathan se hizo especialista en rayos X y liberado en 1958.
La primera parte del film se dedica a mostrarnos alguna que otra travesura de estos dos jóvenes estudiantes, al parecer de buena posición social, y sobre todo su pasión homosexual que podemos ver claramente reflejadas en las imágenes y por dicho motivo llegan al crimen, para demostrar lo que es capaz de hacer el uno por el otro.
La película posee una buena fotografía en blanco y negro que mezcla en algunos momentos con trozos de documentales de la época, para dar así mayor verismo a lo que se nos cuenta. En la segunda mitad se refleja detalladamente el asesinato, juicio y prisión de los dos asesinos. El tono documental dado al film le resta dramatismo y emoción, aunque es lo más conseguido. El film tarda en mostrarnos el interés pero termina por despertar la curiosidad, a pesar de seguir con el tono documental.
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