Pelicula: Se suele decir que los gitanos no quieren que sus hijos tengan buenos principios; es un aforismo seguramente racista, pero puede valer para la carrera de Emilio Martínez Lázaro (que no es gitano, sino payo…), quien ganó con su primera película, “Las palabras de Max”, el Oso de Oro de Berlín, “ex-aequo” con “Las truchas”, de José Luis García Sánchez; a partir de entonces, sin embargo, su carrera ha sido bastante irregular, con algunos títulos de interés (“Lulú de noche”, “Amo tu cama rica”, “El otro lado de la cama”), pero sin confirmar en absoluto lo que presagiaba aquel fulgurante comienzo.
“Todo va mal” fue su tercer largometraje, rodado especialmente para televisión, por lo que no se llegó a exhibir en cines, y su pase por la pequeña pantalla fue fugaz y poco ilustre. Parte de una desfachatez que resulta simpática en su grandilocuencia: las últimas palabras de un viejo actor de cine son, precisamente, “todo va mal”; desde ese punto parten dos periodistas para intentar desentrañar la vida y el misterio de este hombre. Como se puede apreciar, el cinéfilo que anida en Martínez-Lázaro no tuvo empacho en tomar la anécdota inicial de “Ciudadano Kane” y la palabra “rosebud” pronunciada por el agónico magnate de la prensa, punto de partida sobre el que gira todo el filme de Welles. Aunque se sienta simpatía por tamaño desparpajo, el resultado no está a la altura de la broma, y Martínez-Lázaro demuestra que no está dotado para el género mixto policíaco/periodístico.
Antonio Resines hizo un papel distinto al que habitualmente nos tenía acostumbrados en aquella época, lo que le agradecimos sinceramente, más que nada por no encasillarlo en el rol de un Alfredo Landa posmoderno. Con él, algunos actores tan poco aprovechados como Fernando Delgado, o la actriz Cecilia Roth, musa de buena parte del cine marginal español de los años ochenta y noventa, más Patricia Adriani, fetiche cinematográfico de Martínez-Lázaro.

Género

Nacionalidad

Duración

120'

Año de producción

Todo va mal - by , Apr 18, 2008
1 / 5 stars
Simpática desfachatez