Enrique Colmena
En este año 2009 que se agota por días se nos fue un entrañable compañero de ASECÁN: el 1 de Octubre fallecía en Madrid José Manuel Marchante, uno de los primeros socios de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, y un hombre que, como François Truffaut, prefería el cine a la vida. Toda su existencia estuvo relacionada con el cinematógrafo, desde que tan tempranamente fundara en su Cádiz natal el cineclub Iuventus, con sólo 24 años, hasta el final de su vida, cuando mantenía a trancas y barrancas su cinefilia militante en templos como la Filmoteca Española, mientras aumentaba incesantemente su espléndida videoteca, en aquel ático de la calle Ave María de resonancias gratamente fílmicas, con sus paredes literalmente forradas de cintas de VHS y DVD.
Pero la actividad por la que Marchante tiene un lugar en el cine español es, sin duda, por haber dirigido durante veinticinco años el Festival Alcances de Cádiz, la Muestra Cinematográfica del Atlántico, nonata en 1968, cuando el régimen franquista lo prohibió en el último momento, pero pujante ya desde el año siguiente, 1969; en aquella época Alcances era una Muestra cultural global, en una ciudad artísticamente asfixiada por un régimen castrante; el escritor Fernando Quiñones, junto a un grupo de jóvenes (entre ellos, el primero, José Manuel Marchante), dieron en montar un mes de actividades culturales que pronto la ciudad hizo suyo. A partir de 1979 Quiñones deja la dirección de la Muestra y desde entonces Alcances se especializa, ya bajo la única batuta de Marchante, en cine, proporcionando a la ciudad una balsámica, impagable aportación de películas nuevas, hermosas, distintas a las habituales, filmes que en la ciudad de la Bahía jamás hubieran visto si no fuera por la existencia de un certamen como aquel.
Pero aquellos veinticinco años se hicieron ya insoportables en las últimas ediciones, por las muchas trabas que la farragosa burocracia administrativa introducía permanentemente en la gestión del festival. La última edición que conduciría Marchante sería la de 1992; a partir de entonces, el festival nunca más brilló a la altura que alcanzó bajo su dirección.
No mucho más tarde empezaron sus problemas de salud, una larga enfermedad que minaría progresivamente su cuerpo, y que, finalmente, se lo llevó en 2009. Pero todavía durante esos años multiplicó sus actividades cinematográficas, participando en la gestión de varios festivales, escribiendo en revistas y periódicos y, sobre todo, viendo y hablando de cine, su gran pasión.
Descanse en paz José Manuel Marchante, que dio a Cádiz veinticinco años de gran cine: la ciudad tiene una deuda histórica con uno de sus hijos más queridos y que más hicieron por la cultura en la vieja Gades. Ojalá sepa pagarla adecuadamente.
(Pie de foto: José Manuel Marchante, sentado en primer término; tras él, de izquierda a derecha, Rafael Utrera, Juan Fabián Delgado, Francisco Casado, Carmen Jiménez, el director argentino Raúl de la Torre –Premio ASECÁN por “Pobre mariposa”--, Antonio P. Pérez y Enrique Colmena, todos en el XII Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, en 1986. Foto: Archivo Rafael Utrera Macías).