Casablanca

¿Qué decir, a estas alturas, de Casablanca, que no se haya dicho ya? La película de Michael Curtiz es una de las más legendarias de la Historia del Cine, uno de esos films que todo el mundo conoce, le interese o no el cine; son títulos que pueden contarse con los dedos de una mano, quizá de dos: Lo que el viento se llevó, Gilda, más recientemente Titanic…

La acción se desarrolla en la ciudad marroquí de Casablanca, durante la Segunda Guerra Mundial. La ciudad está bajo administración del gobierno colaboracionista francés, regido supuestamente por el mariscal Pétain (por cierto, qué fácil es pasar de héroe a villano…), aunque en realidad gobernado por los virreyes nazis situados en París por el régimen hitleriano; en esa ciudad magrebí se reencontrarán un americano de vuelta de todo y una mujer, ahora casada con otro hombre, con la que el yanqui años atrás mantuvo una intensa relación amorosa. La chispa se reanuda, pero ahora las circunstancias son muy otras...

El director, el norteamericano de origen húngaro Michael Curtiz, se encontraba en estado de gracia al realizar la que con toda seguridad es su obra maestra, y eso que las condiciones de rodaje (con elaboración del guión la misma noche anterior a su filmación, como es sabido) no fueron precisamente las mejores. Extraordinaria la rara atmósfera romántica y apasionada de la película. Humphrey Bogart e Ingrid Bergman nunca estuvieron mejor.

(26-05-2007)