Lo que el viento se llevó

¿Realmente todavía hay que decir que Lo que el viento se llevó no es sino un "culebrón" a la americana, bien hecho y con actores más creíbles que los venezolanos? Seguramente no hay una película en la historia del cine más falsamente aupada por las circunstancias y por una inteligentísima campaña orquestada en su momento por el omnipotente David O'Selznick, el magnate de Hollywood que la engendró desde su despacho de productor.

La mezcla de folletín, melodrama romántico y bonitos colorines en technicolor hicieron el resto, el público entró al trapo y los críticos seguimos cayendo en la misma alabanza tópica de hace tantos años.

Basta ya. Sépase que Lo que el viento se llevó es agradable de ver, se pasa un buen rato (en todos los sentidos: es kilométrica), pero nada más. Todo lo demás son garambainas.

Clark Gable y Vivien Leigh estuvieron mucho mejor en otros filmes. No digamos Leslie Howard, aquí no más que un pisaverde. En cuanto al director acreditado (ya se sabe que medio Hollywood ordenó "acción"...), Víctor Fleming, baste recordar otros títulos suyos como El mago de Oz y Capitanes intrépidos; ése sí que era cine del bueno.