Pelicula:

George Cukor fue, qué duda cabe, uno de los grandes cineastas del Hollywood clásico. Especializado en la comedia y el drama, sus mejores títulos se inscriben en alguno de esos dos géneros: Las cuatro hermanitas (1933), primera y más que entonada versión del clásico de la literatura juvenil Mujercitas; Mujeres (1939), en el que se consagraría como un director especialmente dotado para el cine protagonizado por féminas; Historias de Filadelfia (1940), comedia con una pareja de extraordinaria química, Cary Grant y Katharine Hepburn; Luz que agoniza (1944), intenso melodrama entreverado de thriller, con una magnífica Ingrid Bergman; La costilla de Adán (1949), finísima comedia plena de ironía con la pareja Tracy/Hepburn; Ha nacido una estrella (1954), nueva e intensa versión del clásico de William Wellman; My fair lady (1964), vistoso musical basado libremente en el Pygmalion de George Bernard Shaw; y Ricas y famosas (1981), su canto del cisne, un melodrama que quintaesenciaba buena parte de su filmografía.

No se puede decir que La impetuosa (peculiar título español para el original, Pat and Mike, el nombre de los protagonistas) tenga esa misma altura, sin que eso suponga que se trata de una mala película. La trama se ambienta en el tiempo de su rodaje, a principios de los años cincuenta, en diversas localizaciones dentro de Estados Unidos, aunque en su mayoría centradas en California, sobre todo en Los Ángeles. Así conocemos a Pat Pemberton, docente en un campus universitario, cuyo novio, Collier, la ningunea; Pat conoce a Mike Conovan, un mánager no demasiado escrupuloso que ve en ella un diamante por pulir, siendo formidable en muchos deportes, como tenis y golf; ella accede un tanto temerariamente a que lleve sus asuntos deportivos, que se tornan incluso personales porque Mike pretende conducir su vida para que rinda al máximo; pronto el mánager se da cuenta de que Collier ejerce una nefasta influencia en Pat, de tal manera que, cuando él está presente, ella se pone nerviosa y falla con frecuencia en el desempeño de sus partidos de golf o tenis...

El problema de La impetuosa, vista con la perspectiva de casi setenta años, cuando se escribe esta crónica, es que no ha envejecido bien; no es problema de años, claro está: Historias de Filadelfia o La costilla de Adán, antes citadas, son aún más antiguas y se mantienen perfectamente. Aquí el problema radica probablemente en el tono paternalista de buena parte del film con respecto al papel de la mujer, una visión bastante retrógrada, aunque en su momento parece evidente que debió ser de lo más progresista. Eso sí, el último tramo del film se encarga de cambiar esa visión y de darle al rol femenino un papel bastante diferente de lo habitual en la época, pero parece que con la intención de “hacer gracia” que la mujer pudiera estar en igualdad de condiciones que el hombre.

En cualquier caso, la trama se sigue sin problemas: Cukor era un narrador muy sólido, y sus películas siempre tienen un ritmo narrativo perfecto. Hay, por supuesto, una nada soterrada crítica sobre las apariencias y las conveniencias sociales, y sobre el papel abrumadoramente predominante del varón sobre la mujer. En ese sentido hay una cierta denuncia del papel abusador del hombre en su relación con las féminas, no digamos en cuanto al machista sentido de la propiedad, todo desde luego expresado de forma amable, con las agradables formas de la comedia del Hollywood clásico. Con buenos diálogos (el guion era de la pareja formada por Ruth Gordon y Garson Kanin, responsables del libreto cinematográfico de un buen puñado de grandes films), la película se permite también cierto sarcasmo sobre la simpleza de algunos atletas, como el boxeador que el personaje de Tracy tiene en su “cuadra” (término expresamente utilizado en la peli), un tipo de veintitantos años y ochenta y tantos kilos, con una mente como de niño de seis años. El último tramo, con la secuencia con los mafiosos de opereta que intentan coaccionar a Mike para que Pat actúe conforme a sus intereses y pierda (con lo que ganarían importantes sumas en las apuestas), es ciertamente muy divertida, incluyendo no solo diálogos chispeantes sino incluso humor del tipo “slapstick”, humor físico, aquí perfectamente imbricado en la trama.

Tracy y Hepburn, como siempre, con gran química. Spencer hace un personaje tirando a odioso, tan manipulador y sobrado que ciertamente cuesta trabajo identificarse con él, aunque, como era de prever, se redimirá a lo largo de la película. Hepburn, además de su trabajo interpretativo, tan brillante como siempre, aquí tiene que demostrar sus excelentes aptitudes físicas, jugando al golf y al tenis con solvencia prácticamente de profesional. Entre los secundarios citaremos a dos entonces jovencísimos actores que, pasando el tiempo, fueron bastante famosos, Charles Bronson y Chuck Connors.

(12-01-2022)


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95'

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La impetuosa - by , Jan 12, 2022
3 / 5 stars
La atleta y el mánager