He aquí una evidente muestra del momento (patético, si se me permite el calificativo) por el que atraviesa el cine italiano: muertos los grandes maestros, de Rossellini a Fellini, pasando por De Sica, Visconti y Pasolini, tan diferentes (diversos, dirían ellos), las sucesivas generaciones de cineastas apenas han podido mantener el tipo. De hecho, sólo algunas figuras como Ettore Scola, ya tan mayor, o algunos nuevos valores, también ya bastante maduritos, como Gianni Amelio, aportan frescura, sensibilidad, arte, a este cine morigerado que una vez fue grande y ahora es sencillamente mediocre.
Aquí, con la cansina dirección de Paolo Virzi (del que apenas conocemos nada por estos lares, y visto lo visto, mejor así…), se nos presenta la historia de una adolescente catetita llegada a Roma, donde pronto será atraída por los cantos de sirena de las alumnas del colegio donde asiste, divididas ferozmente entre pijas y alternativas, una sátira no demasiado acerba sobre la sociedad de sus padres. Eso sí, se permite algún leñazo a la impresentable derecha italiana (en la figura de un ministro que tiene toda la pinta de ser un sosias de Gianfranco Fini) y a los no menos botarates de los progres de opereta, tan tontos unos como otros. Pero el resultado no es ni chichá ni limoná, entre la ñoña comedia de adolescentes, la inocua parodia de la enseñanza y la leve caricatura de la Italia moderna.
Caterina va in città -
by Enrique Colmena,
Jul 30, 2006
1 /
5 stars
Sic transit gloria mundi
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