La adoración de los rusos por sus escritores no tiene parangón, seguramente, en ningún lugar del mundo: allí Tolstoi, Dostoievski, Pushkin, Gogol, son dioses; en otras partes del mundo (sin ir más lejos en España) deberíamos aprender de esta devoción. Pero a veces los quereres son excesivos, y eso ocurre en esta película (de título más bien estúpido, es cierto) con el gran Antón Chéjov, otro de los grandes popes de la literatura rusa.
Un director teatral vuelve a Rusia tras quince años fuera, donde ha triunfado en teatros de todo el mundo; sus antiguos colegas de la compañía quieren volver a representar El jardín de los cerezos, una de las obras cumbre de Chéjov, pero el director no tiene intención de hacer de nuevo al autor de La gaviota. Poco después, sin embargo, se entera de que hay una conspiración para matarlo en escena y, de esta forma, hacer algo espectacular que ponga de nuevo de actualidad su compañía y la obra chejoviana.
Con esta historia parece evidente que el único tono posible era el del humor negro, y a ello se pone Anna Tchernakova, directora de aún escasa obra, sobre todo cortos y algo de televisión.
Pero Tchernakova confunde el homenaje al teatro chejoviano con la astracanada, como si para hacer en clave de comedia a Antón Chéjov hubiera que hacerlo prácticamente con los recursos cinematográficos de un Mariano Ozores, por poner un ejemplo cercano y bien conocido de los españoles. Hombre, no recurre al humor grosero, pero sí al simplón, al de corte mamarracho, y así las cosas, el resultado no es precisamente brillante.
Por cierto: ¿ a qué lumbrera del filme se le ocurrió vestir al protagonista con un enorme abrigo blanco ? El hombre, ya bien entrado en carnes, con el abrigo blanco parece un elefante, un paquidermo moviéndose por la escena cual proboscidio en cacharrería. En fin, estos rusos…
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106'
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Trailer
Death in Pince-Nez or our Chekhov -
by Enrique Colmena,
Nov 15, 2011
¡Pobre Chéjov!
1 /
5 stars