Pelicula:

En 2001 el estreno de esta película pasó prácticamente desapercibido. Sin embargo, el reconocimiento crítico del film, tanto en Sundance, por donde pasó, como posteriormente a través de su edición en DVD y VHS (entonces aún existía este formato analógico), hizo que Donnie Darko se convirtiera pronto en algo así como un moderno film de culto. Viéndolo se entiende, porque ciertamente es (para los parámetros habituales del cine comercial yanqui, aunque en este caso se etiquete de indie) una auténtica rareza, por no decir una verdadera marcianada.

Marcianada que, digámoslo ya, no está exenta de interés, ni mucho menos, como veremos. La acción se sitúa en Octubre de 1988, en las semanas previas a las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en ese año (ya saben: el primer martes después del primer lunes de noviembre de los años bisiestos), en el que compitieron por la más alta magistratura de la nación George Bush (padre del que también sería presidente una década y pico después, George W. Bush), por el Partido Republicano, y Michael Dukakis (de obvia ascendencia griega), por el Partido Demócrata. En ese contexto, y en una familia conservadora de nivel medio-alto, en California, el adolescente Donnie tiene problemas psicológicos; también de sonambulismo, aunque el ataque de esa dolencia que le acontece una noche le salva la vida, al caer sobre su cuarto, aplastándolo, el motor de un avión comercial. Donnie ha seguido esa noche a un siniestro conejo antropomorfizado, quien le dice que el final del mundo llegará en algo más de 28 días. A partir de ahí, el conejo se le aparece ocasionalmente, indicándole cosas que debe hacer, como reventar las tuberías de su colegio, lo que le permite conocer a una chica que se convertirá en su novia...

Donnie Darko es un tumultuario batiturrillo de temas: tiene ramalazos psicologistas, con los evidentes problemas de ese tipo que tiene el protagonista, que asiste a la consulta de una psicóloga que le diagnostica esquizofrenia paranoica y le somete a trances hipnóticos; tiene toques de ciencia ficción, con el posible viaje en el tiempo que, a través de agujeros de gusano, el protagonista comenta con su profesor de ciencias; tiene puntos esotéricos con personajes actuales (esa vieja centenaria en permanente itinerario de su casa al buzón de correo para ver si hay carta, pero a su vez autora de un libro que parece la biblia de lo que le está pasando al chico); tiene toques que apuntan hacia el desequilibrio hormonal que se produce en la adolescencia, y que genera puntuales estallidos de violencia verbal o física; tiene incluso apuntes de corte literario, como el propio conejo, que evoca (aunque en tono maléfico) el ídem de Alicia en el País de las Maravillas, o la superficie especular invisible en la que a veces ve al supuesto roedor, que recuerda la segunda parte del texto de Lewis Carroll, A través del espejo; hay hasta un regusto apocalíptico, con esa cuenta atrás que supuestamente llevará al fin del mundo, lo que unido al carácter del accidente que se produce al principio, con el motor de un avión cayendo sobre una vivienda, y la cercanía del 11-S (ese mismo año, un mes antes de su estreno), hizo que la exhibición de la película se redujera al máximo.

Un revoltijo de asuntos cuya mezcla, sin embargo, no resulta indigesta, aunque es cierto que a ratos el espectador puede perderse en esta selva de signos, de temas, de apuntes. Pero el conjunto desazona, que seguramente es lo que buscaba Kelly, el guionista y director, un cineasta que, sin embargo, no ha tenido una continuidad a este nivel, con algunos largometrajes que, a pesar de la expectación despertada por su Donnie Darko, no han tenido repercusión alguna. Quizá Kelly sea víctima de su extraño éxito inicial y no sea capaz de volver a hacer una película que, como esta, a pesar de sus errores, subyugue por su atmósfera, produzca desasosiego, resulte finalmente tan perturbadora.

Tiene Donnie Darko incluso una lectura en clave de política liberal, con la muy represiva (y conscientemente ignorante) derecha norteamericana luchando contra la progresía local, a veces incluso con ramalazos un tanto burdos, como el personaje que encarna Patrick Swayze, entre el predicador religioso y el “coach” de autoayuda, todo ello en clave ultraconservadora (aunque después, como tan frecuente es, enseñe su verdadera patita de lobo, de depredador sexual).

Film extrañísimo y ciertamente estimulante, Donnie Darko fue objeto años más tarde de una secuela, muy apropiadamente titulada en España Donnie Darko. La secuela (2009), con otro director y guionista, y enganchando con la película original a través del personaje de la hermana pequeña del protagonista. En cuanto a los actores, Jake Gyllenhaal tuvo aquí uno de sus primeros papeles importantes, empezando a revelar su capacidad para personajes complejos y con mundo interior; curiosamente aparece como secundaria, haciendo de su hermana, la que lo es en la vida real, Maggie Gyllenhaal, que también tiene una interesante carrera, aunque quizá inferior en riqueza a la de Jake. Entre los secundarios aparecen varios nombres relevantes del cine yanqui de los últimos treinta años, desde Mary McDonnell hasta Drew Barrymore (tan implicada que incluso ejerció como productora ejecutiva de la película), pasando por la gran Katharine Ross y el mítico Patrick Swayze, en un personaje que desmitifica su habitual rol heroico.

En una conversación entre la profesora de literatura (que encarna Barrymore) y Donnie, ella le dice que “un famoso lingüista dijo una vez que, de todas las frases en la lengua inglesa, de todas las interminables combinaciones de palabras en toda la historia, Cellar door (Puerta al sótano) es la más hermosa”. Aunque el sonido de la traducción española no es tan eufónico, ni mucho menos, como el del sirrema inglés, lo cierto es que esa “puerta al sótano” ejemplifica muy bien la experiencia surreal de Donnie, su inmersión en mundos que están también aquí, un mundo de conejos, agujeros de gusano, pulsiones, sonambulismos, adolescentes: un abigarrado puzle que nos saca de nuestra zona de confort.


Donnie Darko - by , Oct 06, 2018
3 / 5 stars
Puerta al sótano