Al ser Nicholas Jarecki un novelista que debuta en la dirección cinematográfica era lógico que lo hiciera con un guion propio y a fe que cuenta una historia interesante, la de un tiburón de las finanzas que se muestra como un pan bendito con los suyos, pero que es una dura roca a la hora de negociar cuando se trata de no perder su empresa, haciendo lo necesario para sobrevivir y a ser posible ganar, aunque lo más importante es no ser vencido y sobre todo no perder la familia. Importante es que sus rivales no conozcan sus cartas, ni los trueques que hace con sus cuentas.
Es un thriller sobre las finanzas y el amor, ambientado en ese mundo que tanto tiene que ver con la coyuntura de la crisis económica actual, algo de lo que su guionista y director sabe ya que su padre era corredor de bolsa.
Robert Miller es un atractivo hombre de negocios que en su 60 cumpleaños da la imagen del perfecto empresario, ejemplar padre de familia y marido, rodeado de su fiel esposa Ellen y su hija Brooke, que le ayuda en su empresa, futura heredera de la misma, pero que en realidad puede que esté a punto de quebrar. Su vida se viene abajo cuando ocurre un trágico accidente en el que se ve implicado, lo que hace que sea investigado por la policía.
Al igual que Miller tiene una doble moral, como esposo familiar y amante infiel para con su mujer, la película también posee dos caras, la de un thriller intrigante y la del mundo de las altas finanzas, ambos aspectos bien combinados en un inteligente guion para producir el suspense que mantiene la atención del espectador de principio a fin de la trama.
A lo largo del mismo hay sentimientos encontrados, falta de ética en los negocios, problemas de conciencia al ser acusada una persona que le ayuda por amistad y en agradecimiento a su comportamiento anterior, que es uno de los pocos personajes honrados del film; el desengaño por parte de la hija al conocer ese otro aspecto de su padre y también en lo referente a la esposa ante su conducta conyugal.
Nicholas Jarecki hace una puesta en escena acertada, llevando la narración de forma nítida, sin complicaciones, con el ritmo adecuado, para mostrar este embrollado mundo de cifras, del dinero, de comportamientos no siempre correctos ni honrados del que no escapa ni la propia policía, en todo un cúmulo de intereses y mezquindades.
Todos recordamos las buenas actuaciones de Richard Gere en cintas como Oficial y caballero o Pretty Woman, a las que se puede añadir la que hace en esta ocasión en un personaje que se acerca al que hizo en la última de las dos películas citadas, siendo posiblemente uno de los mejores trabajos de su carrera; junto a él la siempre eficaz Susan Sarandon en el papel de la esposa engañada y un Tim Roth muy acertado en su manipulador papel.
El fraude -
by Francisco Casado López,
Oct 30, 2012
3 /
5 stars
Duro por dentro, tierno por fuera
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